LBV: Un otoño cálido confunde a la fauna salvaje
Según la asociación de conservación de la naturaleza LBV, el suave otoño está alterando el ritmo de los animales. Muchas aves migratorias aún no han emprendido el camino hacia el sur, explicó el miércoles en Hilpoltstein la bióloga de la LBV Angelika Nelson. También los hibernadores, como erizos y murciélagos, siguen buscando comida. Pero esto podría tener consecuencias para todo el ecosistema. Por ello, la Asociación Bávara para la Conservación de las Aves y la Naturaleza (LBV) pide más esfuerzos para proteger el clima.
Debido a las temperaturas más suaves, los migrantes de corta distancia como estorninos, mosquiteros y currucas capirotadas podrían permanecer más tiempo en Baviera, regresar antes de sus cuarteles de invierno o incluso pasar aquí el invierno. Esto les permitiría asegurarse los mejores lugares para anidar en primavera, en detrimento de los migrantes de larga distancia, como los cucos y los colirrojos tizones, explica Nelson. Aves como el herrerillo común y el carbonero garrapinos, que siempre han invernado en Baviera, también tienen que compartir el escaso alimento con otras especies durante la estación fría.
"Las relaciones entre las distintas criaturas que se han establecido a lo largo de los años están desincronizadas", explica Nelson. Para los erizos, por ejemplo, puede que todavía haga demasiado calor para hibernar. Pero como los insectos, arañas y gusanos ya se esconden en lugares resguardados, a los erizos les resulta más difícil acumular reservas de grasa para el invierno.
Fuente: www.dpa.com