Las casas de Navidad brillan: cientos de figuras en el jardín
Papás Noel panzudos, simpáticos muñecos de nieve con sombrero, ángeles brillantes y estrellas: Gisela Liebsch y Gerd Mörl llevan 26 años transformando su granja de Straupitz (Dahme-Spreewald) en un apacible país de hadas navideño con cálidas luces durante el Adviento. Entre las ramas de abeto dispuestas hay 300 figuras, otras 100 en la cochera. "No son tan resistentes a la intemperie", explica a dpa esta mujer de 76 años. Cada año, las figuras se disponen de forma diferente para que el jardín de 1.800 metros cuadrados tenga siempre un aspecto distinto. Están colocadas sobre trineos o sujetas a los árboles, en los abetos y en la fachada de la casa.
Cuando anochece, a partir de las 15.30 horas, las luces del jardín navideño de Straupitz brillan en un cálido amarillo, hasta las 19.30 horas. Empieza este sábado. La pareja apenas utiliza luces LED para la iluminación. Son demasiado brillantes, explican ambos. Aceptan que las viejas bombillas convencionales consumen más electricidad. "No fumamos, no tenemos mascota, le corto el pelo a mi marido yo sola, todo el mundo gasta su dinero en otra cosa, nosotros simplemente lo hacemos", dice Gisela Liebsch sobre la afición familiar.
Para el conjunto navideño, su pareja va a buscar montañas de abetos verdes, que se colocan decorativamente en la nieve entre las figuras. Antes hay que sacar las numerosas figuras del desván de la casa. Los hijos y los nietos ayudan en esta tarea.
La "casa de Navidad" de la pareja es desde hace tiempo una celebridad local en el pueblo de Spreewald. Gisela Liebsch dice que las familias y los niños preguntan con semanas de antelación cuándo empezará. Mientras tanto, el nuevo vecino de la pareja también se ha inspirado en las luces navideñas y decora su casa. "Es un poco contagioso", cree. Incluso el pueblo ya no parece tan lúgubre como antes, ahora hay más luces en los jardines delanteros.
La familia Muschner de Berkenbrück (Oder-Spree) también enciende innumerables luces para el primer Adviento. Unos 20 temporizadores se encargan de que la propiedad, incluida la fachada de la casa, se transforme en un resplandeciente paraíso navideño. En cuanto oscurece, centellean en el jardín muñecos de nieve y Papá Noel, renos y otras figuras de animales, mientras un unicornio titila para los niños. A lo largo de 20 años se han reunido más de 100 figuras, como explica Gabriele Muschner.
Los Muschner iluminan el mundo navideño con luces LED de bajo consumo. También están bien abastecidos por un sistema fotovoltaico en el tejado de su casa, según la pareja. Mientras la familia pueda seguir dando alegría a los demás, quieren seguir esforzándose. La valla del jardín está especialmente concurrida los fines de semana de Adviento.
Fuente: www.dpa.com