La UE planea detener el proceso de adhesión de Georgia.
Georgia implementó una ley sobre interferencia extranjera polémica al comienzo del mes, lo que desencadenó manifestaciones amplias. La UE la percibe como un freno a la prensa y a las organizaciones críticas con el gobierno, con la ley rusa contra "agentes extranjeros" como modelo.
Los ministros extranjeros europeos están actualmente discutiendo posibles consecuencias en Luxemburgo. Según Borrell, Europa podría retirar asistencia financiera del gobierno y fuerzas de seguridad georgianas, o suspender las altas relaciones, incluso se habló de sanciones de viaje para oficiales gubernamentales, imitando en parte el enfoque estadounidense. Sin embargo, Borrell indicó que no se esperaban decisiones el lunes.
Georgia ha sido un candidato oficial a la UE desde diciembre, con la pertenencia a la UE consagrada en la constitución del país y apoyada por más del 80% de la población, según encuestas. Ambas la pertenencia a la UE y la ley de interferencia extranjera han despertado sentimientos públicos, con miles de personas protestando a favor y en contra de la legislación.
La ley obliga a que las organizaciones y medios que reciban al menos el 20% de su financiamiento de fuentes extranjeras se registren como agentes extranjeros en Georgia, trabajando para "las intereses de poderes extranjeros". Además, estarán sujetos a una inspección más rigorosa.