La industria portuaria de Hamburgo: forzar un mayor desarrollo
El sector portuario de Hamburgo ha pedido que se avance rápidamente en la ampliación del mayor puerto marítimo de Alemania. Como en todos los puertos occidentales, el tráfico fue menor en los nueve primeros meses de este año debido a la atonía de la economía mundial. "Sin embargo, esto no debe llevar a cuestionar importantes proyectos para el futuro desarrollo del puerto de Hamburgo", declaró el martes Gunther Bonz, presidente de la Asociación Empresarial del Puerto de Hamburgo (UVHH).
"Necesitamos ahora el Pacto por Alemania, anunciado políticamente, porque la economía y también la industria portuaria de Hamburgo sufren problemas estructurales como procedimientos de aprobación excesivamente largos, costes excesivos y demasiada burocracia", añadió Bonz.
El Canciller Federal Olaf Scholz (SPD) introdujo el término "Deutschlandpakt" durante un debate general en el Bundestag y pidió un esfuerzo nacional para modernizar el país. Para ello, el Gobierno de coalición, la oposición, los Estados federados y las autoridades locales deben colaborar mejor que antes. El pacto debe hacer de Alemania un país más rápido, moderno y seguro.
El sector portuario señala que la gama de servicios del puerto de Hamburgo incluye mucho más que la manipulación de contenedores. "El puerto de Hamburgo es el mayor puerto universal de Alemania, un centro de transporte y logística, así como un lugar de producción e industrial y empleador de muchos miles de personas", afirma la asociación. "En el futuro, parte de las importaciones de energía también se canalizarán a través de Hamburgo. Deben crearse rápidamente las infraestructuras y autorizaciones necesarias para ello."
Entre las reivindicaciones sigue figurando también la reforma del impuesto sobre las ventas de importación, que el sector portuario alemán considera una grave desventaja competitiva, por ejemplo, con sus principales competidores, Rotterdam y Amberes. Según la UVHH, el impuesto sobre las ventas de importación no debería gravar al transitario, sino sólo al destinatario final de las mercancías importadas.
Otra espina clavada en el costado de la industria portuaria es el impuesto sobre el tonelaje, extremadamente favorable para las navieras, al menos en los años con grandes beneficios. Con este método de cálculo de los beneficios, se calcula un beneficio ficticio a tanto alzado en función del tamaño de los buques, en lugar del beneficio real. Suele ser inferior al beneficio real.
Fuente: www.dpa.com