La cena del ganso es cada vez más cara
Quien vaya a un restaurante a cenar ganso asado por Navidad tendrá que rascarse el bolsillo más que antes este año. Según anunció el lunes la asociación de la industria gastronómica Dehoga en respuesta a una encuesta realizada entre 117 restaurantes, alrededor de uno de cada dos restaurantes aumentará el precio de su ganso asado hasta un diez por ciento. El 17% incluso ha aumentado el precio de sus platos hasta un veinte por ciento, mientras que el 9% ha bajado sus precios. Un plato clásico de oca (es decir, pechuga o pata con guarnición) cuesta entre 25 y 35 euros en la mayoría de los restaurantes, mientras que una oca entera con guarnición puede llegar a costar 150 euros.
"A pesar de la fuerte subida de los costes de nuevo este año, el sector está ajustando los precios lo más moderadamente posible", afirma Patrick Rothkopf, Presidente de Dehoga Renania del Norte-Westfalia. "Por un lado, somos conscientes de la sensibilidad de los clientes ante los costes y, por otro, estamos sometidos a una inmensa presión de costes". El sector de la restauración hizo malos negocios en tiempos del coronavirus, tras lo cual la elevada inflación hizo que la situación del sector siguiera siendo tensa.
Para apoyar al renqueante sector, el Gobierno federal redujo el IVA a mediados de 2020 y posteriormente prorrogó esta desgravación, que expirará para los alimentos a finales de 2023. A principios del año que viene, los alimentos consumidos en restaurantes volverán a estar sujetos a un IVA del 19%. Actualmente es del 7%.
Dehoga lleva mucho tiempo pidiendo que se mantenga el tipo reducido de IVA para los alimentos. "En la situación actual, con cargas inflacionistas para nuestros negocios y comensales, la subida de impuestos más otros costes inflacionistas ahogarían las ventas a gran escala, porque la aceptación del aumento de precios disminuiría considerablemente", afirma Rothkopf, representante del sector. En los últimos años, el impuesto del 7% sobre los alimentos ha sido un medio eficaz de amortiguar, al menos parcialmente, la mayor presión sobre los precios.
Si la reducción del IVA llega a su fin a finales de año, el sector gastronómico de Renania del Norte-Westfalia espera un aumento de precios de otro 15% en sus cenas de ganso el año que viene. Esto incluye no sólo las consecuencias de la subida del impuesto, sino también la inflación.
Fuente: www.dpa.com