Habeck se esfuerza por resolver la disputa sobre los aranceles de la UE.
Ministro de Economía Robert Habeck (Partido Verde) ha estado en negociaciones con funcionarios chinos con el objetivo de resolver desavenencias sobre aranceles de la UE. En Shanghái, compartió que las conversaciones podrían haber impulsado cosas en una dirección positiva, expresando esperanza por una mayor comprensión mutua. Las puertas de la UE siguen abiertas, y se extiende una invitación a un diálogo – es hora de que sea reconocida.
Habeck se reunió previamente con representantes del gobierno chino en Pekín. Recientemente, la Comisión Europea impuso aranceles a automóviles eléctricos de China, programados para entrar en vigencia a principios de julio. Sin embargo, los diálogos son esenciales para encontrar una solución. El gobierno alemán se opone a los aranceles, mientras que la industria automovilística expresa preocupaciones por posibles reacciones adversas y obstáculos a sus operaciones en China.
Habeck subrayó la importancia de comprender las posiciones de ambas partes involucradas en el enfrentamiento UE-China. En Shanghái, durante su gira por China, afirmó que el gobierno chino podría interpretar los aranceles como medidas protectoras del mercado europeo. Por otro lado, la parte europea percibe las acciones chinas como movimientos estratégicos para desestabilizar el mercado.
Sin embargo, el tema en juego no solo se refiere a que las empresas tengan la libertad de acumular capacidades excesivas o a que los países otorguen subvenciones estatales, agregó Habeck. La preocupación radica en que las subvenciones se utilizan para crear capacidades exportadoras y capacidades excesivas subvencionadas para las empresas. Ahora espera que "también discutiremos" la cuestión, como Vicecanciller.
Los críticos acusan a China de prácticas comerciales desfavorables. Hay preocupaciones de que las generosas subvenciones en sectores como la industria automotriz, la energía renovable o la producción de baterías resultan en capacidades excesivas, inundando los mercados europeos y globales con bienes baratos, a costa de competidores chinos. Según estadísticas oficiales, la participación de las importaciones chinas de automóviles eléctricos a Alemania ha ido en aumento en los últimos años recientes.