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Fanny Sunesson: la caddie de golf que conquistó Augusta
La legendaria caddie de golf habla con CNN Living Golf
La sueca hizo historia como la primera mujer caddie en ganar un major
Sunesson trabajó con Nick Faldo durante los años 90
Pero limitarse a recordar a la sueca Fanny Sunesson como la primera es pasar por alto el hecho de que también fue durante un tiempo la mejor.
Al lado de Nick Faldo durante toda la década de 1990, Sunesson guió al legendario golfista inglés hasta la conquista de cuatro grandes.
La caddie siguió trabajando con otras estrellas europeas como Sergio García y su compatriota Henrik Stenson -guiando al sueco hasta el Campeonato del Mundo Match Play de 2007 y el Players Championship de 2009- antes de retirarse en 2012.
Ha inspirado a toda una nueva generación de mujeres a llevar la bolsa, desde las ex profesionales Meaghan Francella y Michelle Simpson hasta Brittany Henderson, hermana de Brooke, ganadora de la PGA en 2016.
En lo más hondo
Después de más de dos décadas en la cima, cuesta creer que una adolescente Sunesson se planteara inicialmente ser caddie durante unos meses, pensándolo "como una oportunidad para ver mundo".
Todo cambió a finales de 1989, cuando Faldo, uno de los mejores jugadores del mundo, decidió que quería a su lado a alguien tan decidido como él.
Sunesson, que había trabajado con el español José Rivero y el inglés Howard Clark en el Circuito Europeo, no desaprovechó la oportunidad.
A los pocos meses de incorporarse a su nuevo puesto, la chica nacida en Gotemburgo iba a Augusta National para asistir al Masters de 1990.
"Era como un cuento de hadas, un sueño para los golfistas", cuenta Sunesson a CNN Living Golf en una entrevista inédita. "La arquitectura y el aura de allí... era increíble estar allí, y hacer de caddie para el defensor del título tampoco estaba mal".
Faldo ganó un desempate contra Raymond Floyd para conseguir su segundo título de Masters, convirtiendo a Sunesson en la primera mujer caddie en la historia del golf en ganar un Major.
Sólo tres meses más tarde, el dúo sumó el título del Open Championship en la cuna del golf, St Andrews.
Y a Sunesson se le saltan las lágrimas al recordar su paseo por el hoyo 18 con Faldo a su lado.
"Cuando dimos nuestro golpe de salida en el 18, sabíamos que íbamos a ganar", dice Sunesson. "Estoy muy agradecida por lo que hizo Nick al salir del tee: se volvió hacia mí y me dijo '¡saborea este momento!".
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'Una de las mejores rondas que he visto'
Sunesson creció en Karlshamn, una ciudad portuaria del Báltico, y era una golfista aficionada que soñaba con jugar profesionalmente. Puede que esas ambiciones no se materializaran, pero su asociación ganadora con Faldo compensó con creces la decepción.
Otra victoria en el Open llegó dos años más tarde, pero el momento más emblemático de todos estaba aún por llegar en el Masters de 1996, un torneo consagrado para siempre en el folclore del golf.
Faldo se enfrentó al australiano Greg Norman en la última jornada. Y, cuando empezaron a jugar el domingo, Norman tenía una ventaja aparentemente insuperable de seis golpes.
Sunesson nunca perdió la esperanza.
"Desde el punto de vista histórico, habíamos ganado a Greg casi siempre, excepto una vez", dice, recordando el espectacular swing de 11 golpes que acabaron ganando.
El juego de Norman se vino abajo -el australiano hizo un 78-sobre-par-, mientras que el siempre fiable Faldo realizó una ronda casi impecable de 67, haciendo birdie en el último hoyo, para adjudicarse su sexto y último gran título por cinco golpes de ventaja.
"Estaba muy concentrado en lo que estábamos haciendo. No te podías perder lo que estaba pasando con Greg, por supuesto, pero luego tienes que seguir haciéndolo. Es un largo camino de vuelta.
¿"Tirar 67 ese día? Creo que Nick merece más crédito por esa ronda. Dijeron que Greg había perdido el torneo, pero creo que es un poco injusto. Fue una de las mejores rondas, si no la mejor que he visto".
'Una gran caddie, una gran chica'
Prefiriendo ignorar el género, Faldo atribuye a Sunesson el mayor éxito de su carrera.
"No entendí la relevancia de tener a Fanny Sunesson, una dama en mi bolsa de golf", dice Faldo a CNN Living Golf. "Pensé que era una gran caddie, una gran chica, un buen entretenimiento.
"Lo más importante es saber comunicarse. Ella era muy profesional, hacía sus libros de yardas, que tardan ocho horas en hacerse, así que tenías toda la información. Tuvimos una gran relación".
El trabajo de caddie le ha reportado a Sunesson más de un millón de libras esterlinas (1,35 millones de dólares), además de un porcentaje significativo de los premios en metálico ( entre el 5% y el 10% ).
Pero lo que más aprecia es su relación única con Faldo, una relación que perdura hasta el día de hoy.
"Creo que formábamos un equipo fantástico", afirma. "Trabajábamos tan bien juntos; era casi como si fuéramos una sola persona pensando".
Ese vínculo inextricable quizá se resumiera mejor en el hecho de que Faldo y Sunesson se casaron el 28 de julio de 2001, aunque no entre ellos.
A muchos kilómetros de distancia, casados por separado, Faldo abordó la coincidencia en su momento diciendo: "Estamos pensando en tener un enlace por internet para reírnos".
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Para Sunesson, actualmente la única mujer en el Salón de la Fama de los Caddies, muchas más como ella podrían pisar algún día las calles, pero una cosa nunca cambiará.
"Seguimos siendo amigos", dice. "Es como un hermano para mí".
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Fuente: edition.cnn.com
