Sentencia - Esposa durmiente asesinada a martillazos: cadena perpetua
Seis meses después de la violenta muerte de una mujer de 73 años en Viersen, el Tribunal Regional de Mönchengladbach condenó el miércoles a su marido a cadena perpetua por asesinato. El pensionista, de 75 años, había confesado haber golpeado hasta la muerte con un martillo a su esposa, que dormía, a finales de mayo.
Según su propia declaración, el pensionista quería evitarle una vejez en la pobreza. La pareja había apoyado económicamente en repetidas ocasiones a su hijo de 47 años, enfermo crónico y profesionalmente fracasado, y se había endeudado. Las deudas habían amenazado su existencia, dijo el acusado ante el tribunal. No había visto otra salida que cometer el delito.
Para el tribunal, el razonamiento era difícilmente comprensible. Según el testimonio de un empleado de banca, una deuda de unos 32.000 euros era "todavía manejable incluso a esa edad", dijo el juez presidente Martin Alberring. "Si no hubieran apoyado tan masivamente a su hijo, que ahora tiene 47 años, no habría faltado de nada", reprochó al acusado. Desde el punto de vista del tribunal, el delito seguía siendo un misterio. No se pudo aclarar el móvil.
Tampoco había indicios de un acto pasional, dijo el presidente del tribunal en su exposición de motivos. Ni la pareja había discutido antes del delito, ni el pensionista se había desinhibido por el alcohol.
El hecho de que la esposa durmiera desde hacía tiempo la noche del 31 de mayo y de que el acusado tuviera que ir primero a buscar el martillo a la antesala del cuarto de estar, también se opone a un acto pasional. A continuación, el acusado golpeó a la mujer dormida e indefensa. Según el juez, esto "cumple el criterio de alevosía en el asesinato".
Un experto psiquiátrico había clasificado al pensionista como plenamente culpable en el momento del delito. En caso de culpabilidad disminuida, también habría sido posible una pena de varios años de cárcel por homicidio involuntario. El hombre de 75 años no adornó nada ante el tribunal y confesó plenamente.
La sentencia aún no es firme. El abogado defensor Gerd Meister parte de la base de que el pensionista actuó bajo los efectos del alcohol y con una capacidad de culpabilidad disminuida. Quiere recurrir la sentencia. Sin embargo, el miércoles no estaba claro si el anciano de 75 años hará lo mismo. Según su abogado defensor, ya se ha resignado a la sentencia y a una vida en prisión.
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Fuente: www.stern.de