Eslovaquia cierra su radiotelevisión nacional.
Gobierno eslovaco, bajo la presión por cargos de prejuicios, planea desmantelar la radiodifusora pública RTVS. Esta decisión desencadena manifestaciones masivas en las calles. Durante el voto decisivo, la oposición sale en protesta.
El parlamento eslovaco ha dado el visto bueno a la abolición de la entidad de radiodifusión pública RTVS. Meses de manifestaciones de la oposición y personal de RTVS llevaron a la votación en Bratislava. Finalmente, todos los 78 diputados de las tres partes socialdemócratas y nacionalistas del gobierno votaron a favor de la controvertida ley. Por otro lado, parlamentarios de la oposición abandonaron la sala de sesiones durante la votación en un acto de desafío.
La Fiscal Minister Martina Simkovicova y el Primer Ministro Robert Fico, un populista de izquierda, se han criticado repetidamente por su desprecio a la cobertura periodística de RTVS, que supuestamente es sesgada en su contra. A pesar de esto, no pudieron despedir al Director General y su equipo designado por una mayoría parlamentaria anterior debido a restricciones legales existentes. La intención de disolver la radiodifusora eliminará este obstáculo.
A partir del 1 de julio, RTVS será desmantelada y reemplazada por una nueva institución de radiodifusión llamada STVR. Una nueva plantilla de gestión puede ser nombrada después de este cambio. Los críticos han sido vocales sobre los supuestos intentos del gobierno de transformar la radiodifusora en una voz del gobierno. Miles se unieron a las llamadas de la oposición para protestar a principios del año.
Sin embargo, la energía del movimiento de protestas disminuyó después de la derrota de la oposición en las elecciones presidenciales tempranas de abril y un ataque a Robert Fico el 15 de mayo. Las recientes protestas contra el gobierno y sus planes de medios en Bratislava han atraído solo a unos pocos cientos de personas, según informes del martes.