Encuesta: mal humor en la industria metalúrgica del norte de Alemania
Según una encuesta, la industria metalúrgica y eléctrica del norte de Alemania prevé tiempos difíciles. "Nunca antes tantos empresarios de la industria metalúrgica y eléctrica del norte de Alemania habían estado tan descontentos con la política, el nivel de los costes laborales y la magnitud de la escasez de trabajadores cualificados, y nunca antes tantas empresas habían planeado trasladar la producción al extranjero", declaró el jueves Thomas Piehler, Vicepresidente de la patronal Nordmetall. Según los datos, 170 empresas del sector metalúrgico y eléctrico, con casi 108.000 empleados, participaron en la encuesta económica de otoño realizada por Nordmetall, AGV Nord y las patronales de Oldenburg y Ostfriesland entre el 14 de septiembre y el 4 de octubre. Las empresas procedían de Hamburgo, Schleswig-Holstein, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Bremen y el noroeste de Baja Sajonia.
Según la encuesta, el 85% de los encuestados considera que los elevados costes laborales son una pesada carga para la industria metalúrgica y eléctrica del norte de Alemania. Más que nunca. El 71% calificó la escasez de mano de obra como un factor negativo importante. Alrededor de dos tercios de las empresas declararon también que el atractivo de Alemania como emplazamiento empresarial se había deteriorado en los últimos seis meses. Se trata de la segunda cifra más alta de los últimos siete años.
Por ello, una de cada cinco empresas (21%) tiene previsto trasladar su producción al extranjero, una cifra sin precedentes y cinco veces superior a la de hace diez años. "Desgraciadamente, tenemos que constatar que la desindustrialización está en pleno apogeo y sólo podrá detenerse si los políticos hacen por fin esfuerzos masivos para mejorar de inmediato las pésimas condiciones marco", subraya Piehler. Hasta ahora, parece ocurrir lo contrario desde el punto de vista de las empresas. Esto se debe a que el 52% de las empresas califican las nuevas leyes como factores económicos agravantes, más del doble de empresas que en la primavera de 2022.
En opinión de Piehler, los políticos deben tomar por fin medidas eficaces para atajar la escasez de mano de obra cualificada, que se ha hinchado hasta convertirse en una crisis laboral. "Las iniciativas en materia de inmigración, el apoyo a los refugiados y a los parados de larga duración o los proyectos para que los jóvenes que terminan sus estudios estén más cualificados no son suficientes". Además, hay que poner fin a la obstrucción de la transformación para hacer frente a la descarbonización, la digitalización y el cambio demográfico.
Según la encuesta, el 28% de las empresas califican ahora su situación empresarial de mala o insatisfactoria, el doble que esta primavera. Al mismo tiempo, alrededor de un tercio se queja de la escasez de pedidos, casi tres veces más que en primavera. En consecuencia, sólo el 12% de las empresas espera que la situación mejore en los próximos seis meses, mientras que el 27% prevé que empeore. Los fabricantes de vehículos y los productores de productos metálicos se mostraron especialmente pesimistas sobre el futuro, con más del 40% de las empresas esperando una evolución negativa.
En consecuencia, sólo algo menos de un tercio de las empresas encuestadas tiene intención de aumentar el número de empleados en los próximos tres meses. En primavera, esta cifra era aún del 46%. Al mismo tiempo, la proporción de empresas que prevén reducir el número de empleados aumentó del 11% al 17%. Sin embargo, según la encuesta, el resultado final sigue siendo un aumento del empleo, que alrededor de un tercio de las empresas quiere cubrir ahora con personas mayores de 50 años debido a la escasez de mano de obra cualificada. Las 1.200 nuevas contrataciones previstas se verían compensadas por la supresión de unos 200 puestos de trabajo.
Fuente: www.dpa.com