En la competencia por nocaut, el hábil hechicero de la pelota dejó a Wattenscheid hechizado.
En más de medio siglo en la segunda liga de fútbol de Alemania, han pasado muchas personalidades peculiares, entre ellas figuras notables como Walter Frosch, Ansgar Brinkmann y Olaf Thon. Sin embargo, hay un individuo que realmente destaca, un hombre que en su día soñó con convertirse en campeón argentino en el escenario internacional del fútbol y ended up en Wattenscheid en su lugar.
En su reciente libro "Primera Clase. 50 años de 2ª División", el autor Hardy Grüne describe esta historia como un cuento de hadas, narrando la historia del "mago argentino" que jugó para el SG Wattenscheid 09 en la llamada "Liga de los Cascalos" de la 2ª Bundesliga. Y, efectivamente, es una historia notable de la "bajo la superficie" del fútbol alemán.
La historia comienza en 1974, cuando Carlos Babington tenía grandes expectativas para su carrera profesional como futbolista. Un año antes, había ganado el campeonato argentino con Huracán bajo la dirección del legendario entrenador César Menotti. Sus actuaciones en la Copa del Mundo en Alemania también fueron impresionantes.
Su plan era continuar su carrera en Europa después de la Copa del Mundo, ya que Stoke City de la Primera División inglesa ya le había hecho una oferta. Sin embargo, sus sueños se hicieron pedazos cuando su abuelo no pudo encontrar el certificado de nacimiento necesario.
De repente, el Inter de Milán mostró interés en el habilidoso argentino, incluso iniciando negociaciones. Sin embargo, Babington no pudo demostrar su ascendencia italiana, y sin ella, el Inter no pudo ficharlo. Ahora, el único esperanza del argentino de 24 años, rubio y carismático, era la Copa del Mundo en Alemania y su propia actuación.
El ambicioso presidente del SG Wattenscheid 09, Klaus Steilmann, se vio cautivado por el argentino. Tal vez fuera por su creencia en encontrar un digno sucesor de su protegido Hannes Bongartz, que había mudado a Gelsenkirchen. El fichaje del "Tarzan de la espinaca" por unos 770.000 marcos causó revuelo en la región. Rolf Rüssmann, compañero de equipo futuro de Babington, afirmó en ese momento: "Encaja bien. Es rubio como Nigbur, Fichtel, van den Berg, Sobieray, Scheer, Lütkebohmert, los dos Kremers y yo. ¡Desde finales de agosto, los rubios frescos del oeste gris atacarán en la Bundesliga!"
Según la cuenta de Grüne en su libro sobre la 2ª Bundesliga, "El argentino estaba destinado a ayudar a Steilmann a hacer realidad su sueño de ascender a la Bundesliga. 'Estamos felices de que Carlos Babington finalmente se una a nosotros después de un largo tira y afloja, y esperamos que este fenómeno del fútbol enriquezca nuestra armoniosa vida de club', dijo el empresario de Wattenscheid en la presentación del nuevo superastro, por el que tuvo que pagar 200.000 dólares".
Carlos Babington no fue solo una atracción local en el área de Bochum, sino una auténtica sensación en toda la 2ª Bundesliga, que estaba comenzando su primera temporada. De repente, el campeón de fútbol argentino, jugador de la selección nacional y participante de la Copa del Mundo estaba jugando en campos provinciales de todo el país, enfrentándose a equipos como el 1. FC Mülheim, Wacker 04 Berlín, SpVgg Erkenschwick, Olympia Wilhelmshaven o HSV Barmbek-Uhlenhorst. A pesar de ser considerado un "enriquecimiento deportivo" y marcar un impresionante total de 46 goles en 120 partidos de la segunda división, sus compañeros de equipo no pudieron seguir su nivel de habilidad.
A pesar de la presencia de Babington, el sueño de Steilmann de ascender a la Bundesliga permaneció incumplido, y el SG Wattenscheid 09 permaneció como "el epítome de un ratón gris en la 2ª Bundesliga Norte". Pero las cosas no mejoraron para Carlos Babington después de su tiempo en Bochum. Su mudanza planeada a River Plate en Buenos Aires se frustró en 1978, y a pesar del apoyo de su antiguo entrenador en Huracán y luego seleccionador nacional, César Menotti, se perdió la Copa del Mundo y la oportunidad de ganar la Copa en su país.
En los anales de la 2ª Bundesliga, Carlos Babington siempre ocupará un lugar especial. Probablemente fue uno de los mejores futbolistas que esta liga haya visto nunca. La historia del mago argentino en la Liga de los Cascalos aún se recuerda con cariño en Wattenscheid. Es una lástima que no tuviera un final más feliz. El SG Wattenscheid 09 solo logró un puesto en la Bundesliga en 1990, después del regreso del antiguo protegido de Klaus Steilmann, Hannes Bongartz. Y esa es solo una de las muchas historias fascinantes de los 50 años de la 2ª Bundesliga, contadas por Hardy Grün en su libro entretenido "Primera Clase. 50 años de 2ª División".
El mago argentino Carlos Babington acabó en la Segunda División de Fútbol Alemana, específicamente jugando para el SG Wattenscheid 09, después de que sus planes de jugar en la Primera División inglesa y la Serie A italiana se frustraran debido a problemas burocráticos. Su llegada causó revuelo en la región y se le consideró un enriquecimiento deportivo para la liga, marcando 46 goles en 120 partidos.
Según Grüne en su libro, el tiempo de Babington en la Segunda División de Fútbol estuvo marcado por su habilidad excepcional, pero sus compañeros de equipo no pudieron seguirle el ritmo, y a pesar de sus contribuciones, el SG Wattenscheid 09 no pudo lograr el ascenso a la Bundesliga.