El telescopio Webb capta la imagen más cercana y detallada del interior de una supernova
Ahora, una nueva imagen captada por el telescopio espacial James Webb ha revelado la visión más cercana y detallada del interior de la estrella que explotó, según los astrónomos. El análisis de la imagen podría ayudar a los investigadores a comprender mejor los procesos que alimentan estos eventos incendiarios masivos.
El observatorio espacial también ha permitido a los astrónomos vislumbrar rasgos misteriosos que no han aparecido en imágenes tomadas del remanente utilizando telescopios como Hubble, Chandra o Spitzer o los demás instrumentos de Webb.
La nueva imagen fue compartida el lunes por la primera dama, la doctora Jill Biden, al estrenar el primer Calendario de Adviento digital de la Casa Blanca, que incluye la nueva perspectiva de Webb de Casiopea A, que parece brillar como un adorno navideño.
"Nunca antes habíamos tenido este tipo de visión de una estrella en explosión", afirmó en un comunicado el astrónomo Dan Milisavljevic, profesor adjunto de Física y Astronomía de la Universidad de Purdue. "Las supernovas son los principales motores de la evolución cosmológica. Las energías, sus abundancias químicas... hay tantas cosas que dependen de nuestra comprensión de las supernovas. Esta es la observación más cercana que hemos tenido de una supernova en nuestra galaxia".
Remolinos de gas y polvo es todo lo que queda de la estrella que se convirtió en supernova hace 10.000 años. Casiopea A se encuentra a 11.000 años-luz de distancia, en la constelación de Casiopea. Un año luz, equivalente a 5,88 billones de millas (9,46 billones de kilómetros), es la distancia que recorre un haz de luz en un año.
La luz de Casiopea A llegó por primera vez a la Tierra hace unos 340 años. Este objeto celeste, el remanente de supernova más joven conocido de nuestra galaxia, ha sido estudiado por multitud de telescopios terrestres y espaciales. El remanente se extiende a lo largo de unos 10 años luz, es decir, 96,6 billones de kilómetros.
La observación de Cas A, como también se conoce al remanente, permite a los científicos conocer mejor el ciclo de vida de las estrellas.
Cas A bajo una nueva luz
Los astrónomos utilizaron la cámara de infrarrojo cercano de Webb, llamada NIRCam, para ver el remanente de supernova en longitudes de onda de luz diferentes a las utilizadas en observaciones anteriores. La imagen muestra detalles sin precedentes de la interacción entre la cáscara de material en expansión creada por la supernova al chocar con el gas liberado por la estrella antes de la explosión.
Sin embargo, la imagen es completamente distinta de la tomada por Webb en abril con el instrumento MIRI (Mid-Infrared Instrument) del telescopio. En cada imagen destacan ciertos rasgos que son invisibles en la otra.
Webb observa el universo en longitudes de onda de luz infrarroja, invisible para el ojo humano. A medida que los científicos procesan los datos de Webb, la luz captada por el telescopio se traduce en un espectro de colores visibles para el ser humano.
La nueva imagen NIRCam está dominada por destellos de color naranja y rosa claro en el interior de la envoltura del remanente de supernova. Estos colores corresponden a nudos gaseosos de elementos desprendidos por la estrella, como oxígeno, argón, neón y azufre. El gas está mezclado con polvo y moléculas. Con el tiempo, todos estos ingredientes se combinarán para formar nuevas estrellas y planetas.
El estudio del remanente permite a los científicos reconstruir lo que ocurrió durante la supernova.
"Con la resolución de NIRCam, ahora podemos ver cómo la estrella moribunda se hizo añicos al explotar, dejando tras de sí filamentos parecidos a diminutos fragmentos de vidrio", explica Milisavljevic. "Es realmente increíble, después de todos estos años estudiando Cas A, poder resolver ahora esos detalles, que nos están proporcionando una visión transformadora de cómo explotó esta estrella".
La doble perspectiva de Webb
Al comparar la imagen NIRCam con la imagen MIRI tomada en abril, la nueva perspectiva parece menos colorida. Los brillantes remolinos de color naranja y rojo de la imagen de abril parecen más ahumados a través de los ojos de NIRCam, mostrando dónde la onda de choque de la supernova chocó contra el material circundante.
La luz blanca de la imagen de NIRCam se debe a la radiación sincrotrón, que se crea cuando las partículas cargadas aceleran y se desplazan alrededor de las líneas de campo magnético.
Una característica clave que falta en la imagen NIRCam es el "Monstruo Verde" de la imagen MIRI, o un círculo de luz verde en el centro del remanente, que ha desconcertado y desafiado a los astrónomos.
Pero en la imagen del infrarrojo cercano pueden verse nuevos detalles que apuntan a agujeros circulares envueltos en blanco y púrpura, que designan partículas cargadas de escombros que dan forma al gas desprendido por la estrella antes de explotar.
Otra novedad en la imagen de NIRCam es una mancha apodada Baby Cas A que puede verse en la esquina inferior derecha, que parece un vástago de la supernova remanente más grande y está situada a 170 años-luz detrás de Casiopea A.
En realidad, Baby Cas A es un fenómeno denominado eco de luz, en el que la luz de la supernova interactuó con el polvo y provocó su calentamiento. El polvo sigue brillando a medida que se enfría.
"Es asombroso", afirma Milisavljevic, que dirigió un equipo del proyecto que contribuyó a la nueva imagen. "Han aparecido algunas características que son completamente nuevas - que cambiarán la forma en que pensamos sobre los ciclos de vida estelar".
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Fuente: edition.cnn.com