El "Tatort" de Stuttgart sorprende con un cambio de papeles
El Dr. Vogt lleva más de 15 años de pie en el depósito de cadáveres de Stuttgart, descuartizando un cadáver tras otro de forma profundamente relajada. De repente, sin embargo, el forense de "Tatort" tiene él mismo cadáveres en el sótano.
Hay personajes en "Tatort" que llevan tanto tiempo entre nosotros que prácticamente forman parte del inventario y, sin embargo, son difíciles de recordar. En Stuttgart, se trata del Dr. Vogt (Jürgen Hartmann): A diferencia de muchos de sus colegas, el forense no es un bicho raro ni un cínico patán, sino simplemente muy bueno en lo que hace. Desde 2008, ha ayudado a los detectives Bootz (Felix Klare) y Lannert (Richy Müller), que tampoco son propensos a las extravagancias, en un total de 27 casos. Y sin embargo, en una de las escenas iniciales de la nueva "Tatort" de Stuttgart, hay que pensar por un momento quién es realmente el hombre de los fogones.
El hecho de que haya incluso una escena que muestra al forense en su vida privada es el primer indicio de que las cosas son diferentes en el caso número 28. De hecho, el Dr. Vogt pasa en "Vergebung" de ser un compañero profundamente relajado a un desgarrado personaje principal con un oscuro pasado: "Te preguntas: ¿por qué está en el sótano cortando cadáveres?", dice el actor Hartmann al explicar su personaje. "No podrías haber adivinado que ahora él mismo tiene un cadáver en el sótano".
"¿Por qué le interesan los cadáveres?".
La historia del amor secreto entre el patólogo y su amiga de la infancia, que aparece en su mesa de autopsias 40 años después, se cuenta de una forma inusualmente tímida, casi amable, a pesar de los múltiples asesinatos. Junto con el cambio de perspectiva, que se aleja de los investigadores, esto crea una atmósfera extrañamente íntima: como espectador, uno se encuentra muy cerca del desgarrado forense, "lastrado por el destino debido a su oscuro secreto y que en realidad ha vivido en un fuerte estado de represión".
La sensible interpretación de Hartmann contribuye decisivamente a la verosímil evolución del personaje, que en realidad fue iniciada por el propio actor. "Me pregunté: ¿Por qué hace esto? ¿Por qué está rodeado de cadáveres y siempre busca pistas que le lleven al autor? Entonces se me ocurrió la idea de que algo debió ocurrirle en su infancia que le hizo dar este paso".
El actor de teatro de formación, al que se sigue viendo sobre todo en los escenarios junto a su papel de "Tatort", sugirió su idea a los redactores responsables de SWR, y éstos se entusiasmaron de inmediato. "En menos de dos semanas teníamos luz verde", dice Hartmann.
Katharina Adler (guión) y Rudi Gaul (dirección y guión) desarrollaron más la idea y eliminaron algunas partes cruciales que habrían resultado bastante irritantes: en lugar de un maizal en llamas, por ejemplo, el río que se ve ahora en la película se convirtió en la escena de un crimen juvenil. El resultado es un caso insólito y, en muchos aspectos, sólido, en el que una cosa es segura: el nuevo Dr. Vogt será recordado.
Fuente: www.ntv.de