Reconstrucción en París - El plomo en el tejado de Notre Dame: los parisinos se levantan en armas contra los planes del presidente Macron
Sería demasiado bueno para ser verdad si todo siguiera funcionando tan bien. Un año antes de la reapertura de Notre-Dame de París, dañada por un gran incendio en abril de 2019, prevista para el 8 de diciembre de 2024, se pide la interrupción de las obras. El motivo: la restauración del tejado, completamente destruido en el infierno, con plomo, considerado nocivo para la salud. En los primeros meses del año que viene se iniciará el recubrimiento de plomo de las cerchas del tejado, que para entonces ya estará completamente terminado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto visitar las obras el viernes. Una visita que se verá ensombrecida por la protesta reavivada contra el uso de plomo para cubrir el tejado de la catedral.
Instalar plomo en el centro de París, responsable de la muerte de cinco millones de personas en todo el mundo, significa asumir la responsabilidad de envenenar a la población, advirtió la senadora de Medio Ambiente Anne Souyris en X (antes Twitter).
J'ai demandé au Gouvernement la suspension du chantier de la cathédrale Notre-Dame de Paris.
Aucune évaluation des risques sanitaires de l'installation de plus de 500 tonnes de plomb sur la cathédrale Notre-Dame de Paris n'a été conduite par l'Etat.
Pourtant, le plomb tue 5… pic.twitter.com/x2sDci6pwC
— Anne Souyris (@annesouyris) November 30, 2023
En su tuit, la ex teniente de alcalde de París, responsable de Sanidad, afirmaba que no se había realizado ningún estudio de riesgo sanitario sobre la utilización de más de 500 toneladas de plomo en Notre-Dame. Por ello, a finales de noviembre se unió a organizaciones ecologistas y sanitarias para convocar una protesta en la explanada del monumento parisino: exigen la paralización de las obras.
El Gobierno intenta disipar las preocupaciones sanitarias
La reconstrucción de Notre-Dame con plomo suscita inquietud desde hace tiempo, sobre todo en relación con las aguas de escorrentía. En una declaración emitida en enero de 2021, el Consejo Superior de Salud Pública estimó que sólo el tejado de Notre-Dame, formado por 1.326 paneles, emitiría unos 21 kilogramos de plomo al año en las aguas de escorrentía. En abril de 2023, la Fiscalía de París abrió una investigación judicial por "puesta en peligro de terceros", después de que varias familias y asociaciones, que venían alertando de los riesgos para la salud asociados al plomo desde el incendio, interpusieran una demanda.
"Rebâtir Notre-Dame de Paris", el organismo público responsable de la restauración de la catedral bajo supervisión estatal, afirma haber investigado el asunto del plomo con el máximo cuidado. Su director, Philippe Jost, aseguró a la prensa francesa que la catedral se beneficiaría de un "enfoque innovador en materia de progreso medioambiental" para reducir la contaminación provocada por la escorrentía del agua de lluvia en los tejados. Además, se ha revisado y optimizado el sistema de protección contra incendios del edificio.
El Elíseo también confirmó que se han tomado y se están tomando todas las medidas de precaución. "Rebâtir Notre-Dame de Paris" seguirá dialogando con las organizaciones medioambientales y sanitarias. En cualquier caso, no era necesario tomar medidas tan extremas como la interrupción de las obras.
Macron apoya el tejado de plomo a pesar de los riesgos
Cuando la iglesia ardió en llamas la noche del 15 de abril de 2019, más de 400 toneladas de plomo contenidas en el tejado y la aguja se convirtieron en humo. El polvo de plomo se depositó en grandes cantidades en aceras, puentes, jardines públicos y patios de colegios y en los alféizares de las ventanas de los residentes que vivían cerca de la catedral.
Tras el incendio, la zona de Notre-Dame tardó unos cuatro meses en limpiarse a fondo. Según explicaron entonces las autoridades sanitarias, se detectaron niveles elevados de plomo en sangre en doce niños. Este metal pesado tóxico se considera cancerígeno, mutágeno y tóxico para la reproducción.
A pesar de los riesgos para la salud, el jefe del Estado francés , Emmanuel Macron, decidió en julio de 2020, 15 meses después del devastador incendio, reconstruir la catedral de forma idéntica: con una armadura de techo de madera maciza de roble -se talaron 2.000 robles para ello- y una cubierta y ornamentos de plomo.
La reconstrucción aún tardará años
Hasta ahora, la reconstrucción ha avanzado sorprendentemente bien. Se ha terminado la bóveda perforada por la caída de la aguja, así como la renovación de los hastiales norte y sur del crucero, dañados por el incendio. Las vidrieras restauradas por la Empresa Constructora de la Catedral de Colonia están de vuelta desde hace meses. Y los tesoros artísticos de la catedral que se salvaron de las llamas se exhibieron en una amplia exposición en la Cité de l'architecture et du patrimoine a principios de año.
Desde finales de noviembre, la silueta de la aguja, elemento destacado de la catedral, vuelve a ser visible tras los andamios. La torre del crucero, de 96 metros de altura, se derrumbó poco antes de las 20.00 horas del 15 de abril. Su derrumbe se convirtió en el símbolo del catastrófico incendio.
Aunque la reapertura del recinto está prevista para el 8 de diciembre de 2024, todavía hay numerosas obras planificadas, en particular la restauración de los contrafuertes de la nave y el coro. Según el Elíseo, el proyecto no estará totalmente terminado hasta finales de la década, entre 2029 y 2030.
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Fuente: www.stern.de