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El Niño Jesús sorabo da la bendición: la lengua sigue viva

En la Baja Lusacia se practican costumbres sorabas antes de Navidad. Una de ellas es el Niño Jesús silencioso que bendice al pueblo. Un centro lingüístico vela por la conservación de la lengua soraba.

El Jänschwalder Christkind (i) y un acompañante pasean por el Museo Wendish de Cottbus. Fotografía.aussiedlerbote.de
El Jänschwalder Christkind (i) y un acompañante pasean por el Museo Wendish de Cottbus. Fotografía.aussiedlerbote.de

Baja Lusacia - El Niño Jesús sorabo da la bendición: la lengua sigue viva

Las costumbres forman parte de la época prenavideña para los sorabos y los wendios de Lusacia. Una de ellas es el Jänschwalder Christkind (Janšojski bog), el heraldo de la Navidad en la Baja Lusacia. Tradicionalmente lleva su bendición a los "salones". El Museo Wendish de Cottbus y el Centro de Idiomas Witaj invitaron el miércoles a los alumnos que aprenden sorabo a participar en la antigua costumbre. El centro de idiomas ofrece apoyo administrativo a los alumnos de sorabo desde la guardería hasta el bachillerato.

El Niño Jesús, también conocido como "Bescherkind" en tiempos de la RDA, aparece como una "figura divina", velada con cintas de cuentas blancas, según describe Madlena Norberg, de la organización de apoyo al museo. Lleva guantes y botas blancas y una falda de cintas bordadas. Lo más especial es el tocado verde, que cubre completamente el rostro con las cintas. En su mano izquierda, el Niño Jesús lleva una pequeña bolsa con regalos, normalmente manzanas y nueces.

Una campanilla es su señal de reconocimiento cuando recorre pueblos y ciudades. Toca los hombros de la gente con una "vara de la vida", acaricia sus mejillas y les da su bendición. " La persona tocada queda bendecida y tendrá buena suerte y salud durante todo el año siguiente", explica Norberg. La ceremonia se celebra en silencio. Con ello se pretende subrayar el carácter contemplativo del periodo prenavideño.

La costumbre también se practica en los alrededores de Schleife, en Alta Lusacia (Sajonia). En seis pueblos de la región que rodea Schleife, por ejemplo, donde el Niño Jesús se llama "dźěćetko" (niño), cada pueblo tiene su propio Niño Jesús con su propio traje tradicional, según el museo. Según la leyenda, antiguamente no estaba permitido cruzar los límites de la aldea ni encontrarse con otro niño, ya que eso podía significar mala suerte.

Norberg, que también trabaja en el centro de idiomas Witaj, informa de que el interés por el sorabo no ha decaído. Según ella, un total de 1900 niños aprenden sorabo como lengua extranjera o bilingüe en grupos. El sorabo se enseña en 21 escuelas de la Baja Lusacia; las clases son voluntarias. Las cifras no disminuyen; los padres siguen queriendo que sus hijos aprendan la lengua soraba, subraya la ayudante de investigación.

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Fuente: www.stern.de

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