El fotógrafo que capta momentos inesperados de paz en ciudades ajetreadas
"Me interesa la idea de la quietud y la contemplación", afirma Kellett en la galería londinense HackelBury Fine Art, donde acaba de inaugurar una exposición individual de su obra "Waiting for a Sign" (Esperando una señal). Las imágenes a gran escala proceden de su larga serie "Cross Road Blues" -el título es un guiño a la canción de Robert Johnson-, que capta a personas en cruces congeladas en contemplación, decidiendo hacia dónde ir. Para Kellett, esto se convierte en un símbolo de las grandes decisiones vitales de elegir una dirección.
En una fotografía, un barrendero está solo en un estrecho resquicio de luz solar, mirando hacia arriba a algo fuera de campo mientras empieza a cruzar una carretera principal de Boston inusualmente vacía. En otra, un pequeño grupo de personas, de distintas edades y que miran en direcciones diferentes, se ven atrapadas por la brillante luz moteada que se refleja en un edificio de Chicago, mientras deciden qué hacer a continuación.
La exposición de Kellett va acompañada de su primera monografía, "Cross Road Blues", que presenta una recopilación de la serie de principio a fin. Comienza en Los Ángeles en 2016, donde la idea evolucionó inesperadamente. "Quería hacer un trabajo sobre las elecciones de 2016", explica Kellett. Decidió hacer fotos en Hope Street, en el centro de Los Ángeles, para captar una instantánea del clima político, con la elección de la calle como reflejo del icónico póster de Shepard Fairey "Hope" de Barack Obama.
La idea de crear un retrato con tintes políticos de una calle no se manifestó de la forma que Kellett imaginaba, pero sí captó una imagen que se le quedó grabada: una mujer esperando para cruzar la calle, iluminada por la luz dorada del sol. "Me pareció que era la idea de una encrucijada política", dice Kellett. Pero a medida que avanzaba en su idea, capturando a más personas en los pasos de peatones de todo el país, se dio cuenta: "No se trata de política, sino de individuos".
La mayoría de las imágenes de "Cross Road Blues" están tomadas en ciudades de Estados Unidos, desde Phoenix y Atlanta hasta Chicago y Seattle. El trazado cuadriculado de las calles se prestaba a captar fotos de pasos de peatones, y la arquitectura de los centros de las ciudades formaba el telón de fondo perfecto -urbano, gris, a menudo no inmediatamente identificable- para centrarse en los individuos de la imagen. "Hubo algunos lugares a los que fui que me parecieron demasiado románticos", dice Kellett, citando Nueva Orleans como ejemplo; esas imágenes no pasaron el corte. "Era casi demasiado bonito".
A pesar de la necesidad de cierta urbanidad genérica para los escenarios, las imágenes no carecen en absoluto de belleza. La luz desempeña un papel crucial, con dramáticos rayos de sol -especialmente al amanecer, al atardecer o reflejados espectacularmente en los edificios- que iluminan a los personajes de sus imágenes de formas perfectamente compuestas.
De hecho, todo parece muy orquestado, como el decorado de una película. Pero Kellett insiste en que ni una sola de ellas es un montaje. Las fotografías son el resultado de sus paseos por las ciudades elegidas, buscando la esquina adecuada -a menudo a unas manzanas de las calles más concurridas- y esperando a que la luz sea la adecuada, el lugar esté tranquilo y haya alguien esperando para cruzar de una forma que resulte convincente. "Todas estas imágenes dependen de la casualidad", afirma.
La serie llegó a su fin en Río de Janeiro, donde Kellett captó por casualidad a un hombre congelado en una pose casi de Juan Bautista con el dedo levantado hacia el cielo. "Sabía que era el final del proyecto", afirma Kellett.
De hecho, si se echa un vistazo a las imágenes, los sujetos parecen figuras sagradas de pinturas religiosas históricas: contemplativos, bañados en luz dorada, a menudo mirando hacia arriba. De este modo, aunque las fotografías están impregnadas de un paisaje urbano contemporáneo, revelan un sentido intemporal de la humanidad.
Kellett no está seguro de cuál será el siguiente paso ahora que la serie ha terminado, pero parece dejarlo en manos del azar: "Se trata de salir por la puerta y no saber a quién te vas a encontrar", dice. "O adónde vas a ir".
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Fuente: edition.cnn.com