El ex director general confiesa: "La acusación tiene razón en mi opinión"
El robo causa conmoción. Hace un año, unos ladrones estuvieron a punto de robar una cámara acorazada en Berlín. El botín ascendió a 49 millones de euros. El jefe del operador de la instalación declara en el juicio. También es un testigo clave. Al parecer, tenía deudas millonarias con otros dos acusados.
Tras el robo de una cámara acorazada en Berlín con un botín de unos 49 millones de euros, uno de los cinco acusados ha confesado. El entonces gerente de la empresa que explotaba la cámara acorazada explicó al tribunal de distrito de Berlín que participó en el delito "por caos". Se arrepiente profundamente, dijo el hombre de 52 años. "Desde mi punto de vista, todos los puntos de la acusación son correctos", explicó el hombre, considerado un testigo clave en el juicio.
Los hombres, de entre 26 y 52 años, están acusados de robo conjunto en un caso especialmente grave y de incendio provocado. Durante el espectacular delito, cometido el 19 de noviembre del año pasado, forzaron 295 taquillas y robaron relojes de lujo, dinero en efectivo, metales preciosos y valores, según la acusación. A continuación, los autores les prendieron fuego. El botín ha desaparecido hasta hoy. El fiscal atribuye cuatro de los acusados al entorno del clan.
Tras su detención, el ex director general declaró extensamente ante la policía y ahora se encuentra bajo protección especial. Se dice que participó en el delito debido a supuestas deudas de 1,3 millones de euros con dos de los acusados por operaciones anteriores de blanqueo de dinero. Entregó los códigos de acceso y sustituyó el anterior servicio de seguridad por otro proporcionado por los presuntos cómplices.
El detenido, de 52 años, continuó diciendo que un acusado de 42 años había sacado el tema del sistema de cajas de seguridad unos dos meses antes del robo. "Fue una clara indirecta para solucionar mis problemas con la devolución". Sin embargo, el hombre de 42 años, que ya le había ofrecido el negocio de blanqueo de capitales en mayo de 2022, "nunca le había amenazado". Según el hombre de 52 años, él mismo estaba "abrumado" y esperaba poder saldar sus deudas cometiendo el delito. Cuando vio los daños, se quedó estupefacto. El juicio continuará el 16 de noviembre.
Fuente: www.ntv.de