El delicado caso de Thomas Müller
La situación en el FC Bayern es delicada. El entrenador Tuchel elogia a su jugador Thomas Müller como una "leyenda viva", pero lo deja en el banquillo durante 90 minutos en Colonia. Pronto habrá que tomar una decisión. Esperemos que no sea tan dramática como la de otro icono del Bayern.
"Mira cómo tengo los pies. Me he dejado la piel por el Bayern para que me insulten y me tiren como a un trozo de chatarra. No quiero que me traten así". El final del mejor delantero alemán de todos los tiempos, el campeón del mundo Gerd Müller en el FC Bayern de Múnich, fue dramático y doloroso en febrero de 1979. Pero al menos fue corto. El final de Thomas Müller en el campeón del mundo aún no está a la vista. Es poco probable que sea un proceso corto. Que sea dramático y doloroso, sin embargo, parece cada vez más probable.
El 3 de febrero de 1979, Gerd Müller fue sustituido prematuramente por su entrenador, Pál Csernai. La primera vez en su carrera debido a su rendimiento. Aunque Müller admitió después que había "jugado mal", para el goleador había algo aún más grave: "A Csernai le pareció bien. De todas formas, no le caía bien". Müller pidió entonces su liberación inmediata.
Y así, sólo una semana después de su suplencia, el 10 de febrero de 1979, la leyenda del FC Bayern saltó al campo por última vez con el equipo muniqués en la Bundesliga. Se marchó a Estados Unidos, enfadado y triste. Incluso entonces, el infeliz final de Gerd Müller no fue digno del FC Bayern. En retrospectiva, no fueron pocos los que lamentaron esta dramática despedida llena de perdedores y corazones rotos.
Un Thomas Müller que ya no juega para siempre
Casi 45 años después, Thomas Müller, un profesional de mérito, una "leyenda viva" y un "icono", como Thomas Tuchel llama a su jugador, afronta de nuevo los últimos metros de su carrera en el FC Bayern de Múnich. Y el dilema al que se enfrentan el campeón del mundo de 2014 y su club es casi idéntico al que se le planteó allá por febrero de 1979: Thomas Müller sigue queriendo y pudiendo rendir al máximo nivel sobre el terreno de juego, pero este trabajo ya no es siempre necesario.
La vieja máxima de sus antiguos entrenadores - "Un Thomas Müller debe jugar siempre"- ya no es válida. En las últimas semanas y meses, el de Weilheim, en la Alta Baviera, ha tenido que acostumbrarse a jugar sólo esporádicamente. Por eso, su frase "Sigo disfrutando sobre el terreno de juego, espero que lo veáis" suena casi melancólica y un poco desesperada. Müller llegó al equipo campeón del mundo en el verano de 2000, debutó como profesional en 2008 y desde entonces se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la historia del club.
El director deportivo Christoph Freund sigue siendo optimista y cree que todo saldrá bien: "Encontraremos una buena solución para todos los implicados". Sin embargo, la pregunta de cómo podría ser finalmente esta solución, para que tanto Thomas Müller como su club, el FC Bayern de Múnich, puedan salir de la delicada situación con una sonrisa de satisfacción, aún no ha recibido una respuesta sostenible y convincente.
Tuchel modera, pero ¿encuentra también una salida?
La actual situación deportiva ya está causando dolores de cabeza a Müller, como bien señala Lothar Matthäus: "Thomas no está teniendo su tiempo de juego. Creo que eso es lo que más le molesta, aunque no lo deja traslucir en el exterior. Le quema por dentro".
Y eso es perfectamente comprensible cuando uno se da cuenta de que su entrenador, Thomas Tuchel, hizo jugar a los titulares del FC Bayern hasta el pitido final por primera vez en trece años contra el Colonia, candidato al descenso, el pasado viernes. Por una vez, no hubo sitio para Müller en el campo de los campeones históricos.
Thomas Tuchel está intentando moderar la delicada situación lo mejor que puede, pero en última instancia, ni siquiera él tiene una solución fácil para el complicado caso de Thomas Müller en esta complicada situación. El seleccionador no puede tratar a su meritorio jugador como a la mayoría de los demás jugadores del campeón récord, pero, por supuesto, también tiene que tener presente y bajo control la situación deportiva general de su equipo.
La perspectiva de la Eurocopa 2024 puede jugar un papel importante
En este contexto, y después de todos los meses que lleva Tuchel en el FC Bayern, ya no es ningún secreto que no ve a su jugador Müller en el once titular y de gala del vigente campeón. Por eso, todos los intentos de moderación están condenados al fracaso, aunque desde luego no hay que acusar a Tuchel de intentar ensalzar a Müller con sus palabras de elogio.
En febrero de 1979, Gerd Müller decidió abandonar el FC Bayern de Múnich casi por impulso. Ya entonces, es de suponer que el conflicto entre él y su entrenador llevaba tiempo royendo al delantero récord. El hecho de que el barril rebosara por fin con su inesperado sustituto fue probablemente un alivio para Müller. Al fin y al cabo, en 1979 no hubo "buena solución" para ninguna de las partes. Incluso entonces, el final ya estaba predeterminado.
Así que Thomas Müller probablemente tendrá que decidir en los próximos días y semanas si su nuevo papel como jugador complementario en la plantilla del FC Bayern de Múnich es suficiente para él o si incluso podría -con vistas a la Eurocopa de 2024 en su propio país- buscar un nuevo comienzo definitivo en otro club antes del parón invernal. Porque una cosa parece clara después de los últimos meses: No progresará más allá de su papel actual bajo las órdenes del entrenador Thomas Tuchel. Sin embargo, es probable que el FC Bayern no acepte un traspaso en invierno por dos motivos: En primer lugar, será difícil encontrar un sustituto equivalente. Y en segundo lugar, los aficionados irían con toda probabilidad a las barricadas.
Así que lo único que le queda a Müller en estos momentos es hacer lo mejor que pueda en las circunstancias dadas y esperar con valentía las escasas oportunidades que se le presenten. Al final, solo una persona puede decidir si este será un final digno para la gran carrera del campeón del mundo de 2014 en el FC Bayern de Múnich: El propio Thomas Müller. ¡Solo podemos desearle lo mejor en esta difícil decisión!
Fuente: www.ntv.de