Donde la Navidad es un asco
En cuanto se enciende la primera vela en Cataluña, en el norte de España, niños y mayores retoman una vieja costumbre que puede calificarse de "cagalera". Al fin y al cabo, no son las velas ni los árboles de Navidad los protagonistas: ¡todo gira en torno a un montón de mierda!
"Caga Tió" siempre se ríe - no importa la paliza que reciba el pequeño: Con palos, a veces con raquetas de tenis o a través de los pies de sus verdugos, que también son sus beneficiarios. Porque cuando vuelven a pegarle en Nochebuena, no lo hacen por pura lujuria, sino con la esperanza de que les haga muchos regalos, es decir, ¡caca! En buen catalán "cagar". "Caga Tió" significa, por tanto, algo así como "tío mierdecilla".
Los catalanes, ¿un pueblo cagón?
El pobre tío es una figura de culto en Cataluña, la región que rodea Barcelona. En la gran arena política, los catalanes son conocidos por su lucha por la independencia de España. En el círculo privado de sus familias, llevan mucho tiempo celebrando el periodo prenavideño y las fiestas navideñas con una tradición notablemente independentista. El Caga Tió pone a toda una nación, niños y adultos por igual, en la "fase pipí", por así decirlo, o les impide superarla.
El Caga Tió, también conocido como "Tió de Nadal", tiene la forma de un tronco redondo pintado con una cara sonriente, que se sostiene sobre dos o cuatro patas de madera y lleva el tradicional gorro rojo catalán "Barretina". En el extremo del tronco se coloca una manta, el culo del tío. Los adultos colocan debajo dulces o sobras para darle de comer. Los mayores se los comen o los hacen desaparecer a escondidas. Finalmente, el día de la entrega de regalos, los pequeños se abalanzan sobre el leño y cantan canciones como: "Caga Tió. Tió de Nadal, no caguis arengades que són salades, caga torrons que són molt bons". - "Caga Tió, no caguis arenques que són salades, caga torrons que són molt bons". Es una tradición completamente vulgar que no tiene parangón en el amplio mundo de la Navidad.
Interpretaciones cristianas y paganas del culto a la caca
Existen numerosas tradiciones navideñas idiosincrásicas en todo el mundo, empezando por nuestras propias mentiras e incoherencias en torno a las figuras de Papá Noel, San Nicolás, el Niño Jesús y Knecht Ruprecht. ¿Quién no se confundió de pequeño: quién me va a traer los regalos? Las importaciones de la omnipresente lengua inglesa aumentan la confusión: "Santa Claus", "Chris Kringle" o "Krampus".
Este último, a su vez, procede de la región alpina europea y hace su aparición el 5 de diciembre con la "Noche del Krampus": los "niños buenos" ponen sus botas vacías en la puerta para San Nicolás. Los "niños malos", en cambio, deben temer ser raptados al infierno por un siniestro viajero, o al menos recibir una paliza con una vara. Estas repugnantes costumbres se explican de diferentes maneras. Las interpretaciones van desde un San Nicolás anticristiano, es decir, una especie de diablo que recuerda a la gente sus pecados, hasta ideas paganas precristianas de exorcizar el mal con ayuda de rituales.
Existen varias interpretaciones similares para la pequeña mierda de Cataluña. El origen exacto no está claro. El cuento cristiano de Navidad, tal como lo conocemos, se ha depurado mucho: prescinde de pañales y fluidos corporales. En cambio, las heces de Caga Tió, transformadas en regalos, simbolizan lo primigenio y milagroso del niño Jesús. El hecho de que el tiempo oficial de alimentación del trozo de madera comience el 8 de diciembre, es decir, el día de la "Concepción de la Virgen María", apoya las interpretaciones cristianas. Mientras, la versión pagana trata de la fertilidad y la fugacidad. Por repugnante que sea el estiércol, es esencial para la fertilidad de los campos. En el extremo literal, el excremento es incluso algo bueno: los dulces que Caga Tió caga en Navidad significan riqueza y felicidad.
Más de 30.000 famosos en el retrete
Lo que también sella la reputación de Cataluña como la sucia "Cataluña de la caca" es un segundo personaje que caga mucho... ¡y que no debería faltar en ningún belén catalán! "Caganer" es la continuación del Caga Tió con medios de representación humanos, es decir, con brazos y piernas, cabeza y un culito -siempre desnudo- en posición de váter. Y como eso no es suficiente, debajo hay un considerable zurullo.
Tradicionalmente, las figuras de barro pintadas a mano representan a un campesino catalán, vestido con pantalón negro y camisa blanca y también con la barretina roja en la cabeza. Al parecer, la figura se remonta al Barroco, hace unos 300 años, cuando las representaciones explícitas caracterizaban el arte y el lenguaje. Pero aún hoy forman parte de la expresión catalana.
Hoy, la tradición del realismo se refleja aún más en los pequeños caganers, que desde el siglo pasado aparecen también bajo la apariencia de numerosas celebridades contemporáneas: Deportistas, reyes, actores, músicos... Por ejemplo, un Leo Messi cagón, un Carlos III cagón, un Dr. Strange cagón o una Shakira cagona. Puede encontrarlos por precios de entre 12 y 21 euros en los mercadillos navideños de la región, empezando por la preciosa "Fira de Santa Llúcia", en el centro histórico de Barcelona.
Biden, Putin y Scholz se hacen caca encima
La oferta también incluye políticos de todos los colores, no sólo de las filas del independentismo catalán y la reacción española. Hay un Joe Biden cagón o un Vladimir Putin cagón, un Recep Tayyip Erdoğan cagón o la gran coalición cagona de Angela Merkel y Olaf Scholz.
Sólo el mayor fabricante, caganer.com, aspira a vender entre 30.000 y 40.000 Caganer al año, muchos de ellos para la exportación. No es de extrañar, quizá, si se tiene en cuenta lo mierdoso que se ha vuelto el mundo y lo buena que sigue siendo a veces la última mierda.
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Fuente: www.ntv.de