ir al contenido

Documental de Sky: "23 - La misteriosa muerte de un hacker"

Suicidio o ejecución por agentes secretos: la muerte del hacker Karl Koch, que espiaba para el servicio secreto KGB, sigue sin resolverse después de más de 34 años.

El actor August Diehl en una escena de "23 - La misteriosa muerte de un hacker"..aussiedlerbote.de
El actor August Diehl en una escena de "23 - La misteriosa muerte de un hacker"..aussiedlerbote.de

Documental de Sky: "23 - La misteriosa muerte de un hacker"

El 23 de mayo de 1989, el hacker Karl Koch, de Hannover, desapareció sin dejar rastro. Poco más de una semana después, un agente de policía descubrió su cuerpo carbonizado en un bosque cercano a Gifhorn. A duras penas se distinguían junto al cadáver los restos de un bidón de gasolina. ¿Se había rociado realmente con gasolina y prendido fuego, como anunció la policía poco después? El documental de Sky "23 - La misteriosa muerte de un hacker" no sólo arroja luz sobre las misteriosas circunstancias de su muerte, sino que también intenta arrojar luz sobre el trasfondo político y conocer a Karl Koch como persona.

Junto con sus amigos, Koch hackeó para el KGB y se vio atrapado entre los frentes del servicio de inteligencia nacional alemán y el servicio secreto ruso en plena Guerra Fría. El hackeo fue descrito más tarde en la revista de televisión "Monitor" como el "mayor caso de espionaje desde Günter Guillaume". La comparación con el espía al lado del canciller alemán Willy Brandt resultó ser completamente exagerada.

Citas de la película a partir de declaraciones originales de Karl Koch

El documental televisivo está presentado por Frank Plasberg, que comenzó su carrera periodística como reportero de policiales para el "Münchener Abendzeitung". El motivo de la nueva investigación fue el hecho de que muchos de los expedientes guardados hasta entonces bajo llave podían verse ahora por primera vez. La película cita declaraciones originales realizadas por Karl Koch durante sus interrogatorios por la Oficina para la Protección de la Constitución después de que se descubriera el hackeo del KGB. Los protocolos de interrogatorio firmados por Koch son pronunciados por el actor August Diehl, que en su día lo interpretó en la película "23 Nada es lo que parece". El largometraje de 1998 también se emite actualmente en Sky y WOW.

El documental televisivo contiene entrevistas con testigos de la época, como Hans-Heinrich Hübner, que participó en el llamado "hackeo del KGB", Freke Over, amigo de Karl en el colegio, Hannah Over, su "madre adoptiva", y Steffen Wernéry, miembro fundador del Chaos Computer Club (CCC). La película también aborda la cuestión de qué responsabilidad tuvieron los medios de comunicación en la trágica muerte, ya que intuyeron su gran noticia en aquel momento, a veces sin tener en cuenta la problemática psique del hacker drogadicto.

En una interesante subtrama, la película también plantea la cuestión del papel del actual Presidente ruso Vladimir Putin. Putin trabajaba para el KGB en Dresde durante el periodo en el que los hackers de Hannover trabajaban para Moscú. Un antiguo confidente de Putin, que ahora vive en Washington, aporta algunas ideas. Wernéry, pionero del CCC, ve al KGB como el principal sospechoso. El servicio secreto fue el que más se benefició de la muerte de Koch.

El informe de la autopsia sigue bajo llave

Sin embargo, la película no descarta la posibilidad de que Koch se suicidara en su desesperación. El hacker, que en la escena se hacía llamar "Hagbard Celine" en honor al protagonista de la novela de ciencia ficción "Illuminatus", desapareció sin dejar rastro precisamente el 23 de mayo de 1989. La fecha es altamente simbólica: 23 y 5 son considerados números sagrados por los conspiradores mundiales. Y en el primer volumen de la trilogía se afirma: "Todos los grandes anarquistas murieron el 23 de un mes u otro".

Sin embargo, Plasberg y su equipo se muerden los dientes en un momento dado al intentar resolver el misterioso caso. Consiguieron sacar a la luz pública muchos expedientes hasta entonces desconocidos de los archivos de las autoridades. Sin embargo, el informe de la autopsia sigue en manos del Ministerio Público Federal. "Recurrimos a abogados, pero la Fiscalía General del Estado nos dio largas y se escudó en el derecho a la intimidad post mortem de Karl Koch", informa el autor Benjamin Braun. "Es sorprendente, porque muchos expedientes de este caso se hicieron públicos para su inspección. Pero no el informe post mortem", afirma Frank Plasberg.

Fuente: www.dpa.com

Comentarios

Más reciente