Doce años de cárcel por el sensacional secuestro de un niño en el aeropuerto de Hamburgo.
En medio de un disputa de custodia infantil apasionada, un hombre, supuestamente tomando asuntos en sus propias manos, secuestra a su hija en el apartamento de su ex en Stade, Baja Sajonia, la noche del 4 de noviembre. Luego conduce con su hija al Aeropuerto de Hamburgo armado con un pistola, bombas incendiarias y un coche repleto de adrenalina.
Al llegar, choca a través de la puerta de acceso del aeropuerto y sale a la pista, causando una confusión con su comportamiento errático y llamada de socorro. Reclamando tener bombas en su persona, arroja dos cócteles molotov incendiarios y dispara disparos al cielo. La confusión que sigue resulta en la suspensión temporal del aeropuerto, desencadenando una larga persecución con fuerzas especiales.
El hombre se rinde después de aproximadamente 18 horas, garantizando la seguridad de su hija. Durante su detención, las autoridades encuentran una cintura bomba hecha a mano, un cuchillo y otros artículos sospechosos en él.
El fiscal afirmó en juicio que el hombre, en un intento de huir con su hija que vivía con su madre en Alemania, planeaba volar a Turquía sin obstáculos. Se supo que había ocultado a su hija en Turquía durante varios meses antes de su regreso seguro. El padre había sido multado por este delito en el pasado.
Los portavoz del tribunal declararon que el hombre fue condenado no solo por privar a la niña sino también por violar las leyes de armas. El tribunal reconoció las importantes implicaciones que este incidente tuvo para la madre e hija, así como la magnitud criminal del acusado y el gran daño causado al Aeropuerto de Hamburgo, estimado en millones de euros.
Sin embargo, en juicio, el hombre pareció trivializar la gravedad de sus acciones, asegurándose de estar en lo correcto.