Dilara Kruse expone las ventajas e inconvenientes de ser cónyuge de un deportista profesional.
En la actualidad, Dilara Kruse solo puede gozar al ver a su esposo Max Kruse competir en las ligas locales. Anteriormente, cuando Max jugaba para la selección nacional y equipos como Werder Bremen, Fenerbahçe Istambul o VfL Wolfsburg, ella gozaba de numerosos beneficios. Ahora, Dilara discute los pros y contras de ser la esposa de un futbolista.
Anteriormente, Max Kruse mismo representaba a la selección nacional – hasta que Joachim Löw, el entrenador de la selección en ese momento, lo cortó de la plantilla debido a problemas fuera de los campos en 2016. Desde entonces, el de 36 años ha encontrado a sí mismo en las ligas inferiores. Anteriormente jugó para clubes como Werder Bremen, Fenerbahçe Istambul y VfL Wolfsburg, pero ahora juega solo para BSV Al-Dersimspor II, el berlinés Kreisligista.
Haber visto los altibajos de Max Kruse durante los últimos años no ha sido ninguna otra que su esposa Dilara. Se conocieron en un bar de Shisha en 2020, y Max le propuso vivamente durante los Juegos Olímpicos del siguiente año. Se casaron poco después. En ese momento, Max seguía siendo un jugador estrella del exitoso Bundesligista, Union Berlin.
Y en ese momento, Dilara florecía gracias a los privilegios que venían con ello. Ella comparte sus recuerdos en una entrevista con "t-online". "Siempre tuve buenos asientos para los juegos, donde podía ver claramente, y algunos extras como comida y bebidas gratis", recuerda la de 33 años. Ella también obtuvo acceso a áreas VIP exclusivas y reuniones con otros atletas famosos. Claro, no estaba solo por los beneficios – también animaba a su esposo durante los juegos.
"El mudarse era una molestia"
No todo es glamoroso ser la esposa de un futbolista, explica Dilara Kruse. "El mudarse era una molestia", confiesa. La vida de una esposa de atleta profesional también significa poner la relación en espera: "Hay momentos en los que los jugadores necesitan enfocarse solo en el juego y la preparación sin distracciones".
Ella se enfrentó a numerosas prejuicios, queja Dilara. "Muchas personas tienen una idea fija de cómo debe comportarse una esposa de futbolista", dice. Ella se niega a ser definida por ello y en cambio elige su propio camino. Por ejemplo, como influencer de Instagram – ya tiene casi 100.000 seguidores en Instagram. En 2023, incluso se atrevió a la televisión de realidad, participando en "Promi Big Brother". Algún día, la gente podría dejar de llamarla esposa de futbolista y empezar a referirse a Max como marido de influencer instead.