De Taylor Swift a Barbenheimer, las tendencias culturales que definieron 2023
Gran parte del mundo respondió a este restablecimiento de la normalidad con un arrebato de gasto revanchista que reforzó a los sectores creativos en apuros (aunque la desaceleración posterior ya está en marcha). Esto fue en gran medida una buena noticia para los mundos del arte, la moda y la cultura, que en un año definido por la guerra y la disrupción tecnológica respondieron de formas creativas que reflejaban y a la vez reprendían los retos más acuciantes de la sociedad.
He aquí algunas de las fuerzas que, para bien o para mal, acapararon el zeitgeist en los últimos 12 meses:
¿Quién dirige el mundo? Chicas
Dos de los mayores motores de la economía cultural fueron las giras de dos de las mujeres con más éxito de la música: Beyoncé y Taylor Swift.
La gira "The Eras Tour" de esta última, que literalmente hizo temblar la tierra, se convirtió en la primera en recaudar más de mil millones de dólares. La demanda de entradas fue tal que los organizadores de la gira de Singapur, por ejemplo, informaron de que más de 22 millones de personas se habían inscrito en la preventa, mientras que más de un millón esperaban en una cola en línea.
El frenesí mundial catapultó a la artista de 34 años al estrellato, provocó una audiencia en el Congreso de Estados Unidos sobre la falta de competencia en el sector de la venta de entradas después de que Ticketmaster no pudiera procesar los pedidos e incluso cambió el sector de los viajes, con hoteles que experimentaron un aumento de la demanda y aerolíneas que añadieron asientos adicionales en torno a las fechas de los conciertos.
Por su parte, la gira "Renaissance" de Beyoncé aportó más de 4.500 millones de dólares a la economía estadounidense, según un análisis del gasto de los asistentes a los conciertos realizado por la empresa de investigación QuestionPro. Un economista del banco danés Danske, por su parte, culpó a la estrella de contribuir a los problemas inflacionistas de Suecia, después de que su decisión de dar el pistoletazo de salida a la extravagante gira de 56 conciertos en Estocolmo provocara un aumento de los precios de hoteles y restaurantes de la ciudad.
Barbenheimer' disparó la taquilla
Al igual que Bey y Tay, "Barbie", de Greta Gerwig, desató el poder adquisitivo de las mujeres, que constituyeron aproximadamente dos tercios de la audiencia de la película. El estreno simultáneo de "Oppenheimer", de Universal Pictures, dio lugar a una gran rivalidad entre los estudios (o a una campaña publicitaria mutuamente beneficiosa) y a un despertar del músculo cinéfilo estadounidense.
El marcado contraste entre una descarada visión feminista del mundo rosa de Barbie y la desgarradora historia del padre de la bomba atómica inspiró algunos de los mejores memes, chistes y parodias del año, así como el reto "Barbenheimer", por el que los espectadores intentaron ver las dos películas seguidas en un solo día. El fenómeno convirtió ambas películas en sensaciones virales y creó una expectación que se tradujo en más de 2.300 millones de dólares de ingresos en la taquilla mundial, y "Barbie" se convirtió en la película más taquillera en los 100 años de historia de Warner Bros.
Los mayores conglomerados de la moda se hicieron más grandes
Los conglomerados controlan grandes segmentos de la industria de la moda, y este año han seguido reforzando su control sobre el mercado del lujo, que mueve 1.600 millones de dólares. Según los datos de marzo de 2023 del Savigny Luxury Index, un índice general de medición del mercado publicado por el grupo de gestión de patrimonios Savigny Partners, LVMH, Kering y Richemont poseen conjuntamente el 62% del mercado de la moda de lujo.
Este verano, la empresa matriz de Coach y Kate Spade, Tapestry, se fusionó con la propietaria de Versace y Michael Kors, Capri, en una operación de 8.500 millones de dólares. Mientras tanto, LVMH, propietaria de Louis Vuitton, Givenchy, Christian Dior y Fendi, entre muchas otras, se convirtió en abril en la primera empresa europea en superar los 500.000 millones de dólares de valor de mercado.
En el otro extremo del mercado, las realidades de la gestión de marcas independientes de moda de alta gama son cada vez más sombrías: los diseñadores autofinanciados se enfrentan a una competencia feroz y los jóvenes talentos reconocidos en el sector se ven incapaces de mantener sus marcas.
Robo de obras de arte y restitución
Los museos y coleccionistas se ven sometidos a una presión constante para que devuelvan objetos de dudosa procedencia. El Museo de Arte Rubin de Nueva York y el Museo Metropolitano de Arte devolvieron objetos sustraídos de un monasterio nepalí del siglo XI (en la foto de arriba) y de yacimientos arqueológicos del sudeste asiático; la Galería Nacional de Australia y la familia del multimillonario estadounidense George Lindemann prometieron devolver a Camboya objetos saqueados; y Estados Unidos anunció que devolverá 77 objetos a Yemen, por citar sólo algunos ejemplos.
El Museo Británico ha sido uno de los que más se ha resistido, ya que ha recibido cada vez más presiones para que devuelva objetos cuestionados de su importante colección. Entre ellas se encuentran los mármoles del Partenón, que durante décadas han estado en el centro de una disputa diplomática entre el Reino Unido y Grecia, y que este año se intensificó con la negativa del Primer Ministro británico, Rishi Sunak, a reunirse con su homólogo griego (y con la sorpresa del Rey Carlos al llevar una corbata con la bandera griega días después).
El propio museo fue víctima de un robo, al descubrir en agosto que faltaban unas 2.000 piezas de su colección (y que, en algunos casos, se habían puesto a la venta en eBay). Actualmente se están llevando a cabo las labores de recuperación, y el museo hace un llamamiento al público para que le devuelvan sus tesoros.
El dinero habla, el "lujo silencioso" susurra
Con muchas partes del mundo enfrentadas a una crisis del coste de la vida provocada por el aumento de la inflación y la escalada de los precios de la energía y los alimentos, quizá no sorprenda que 2023 haya sido el año del "lujo tranquilo". La idea de que la opulencia debe susurrar, no gritar, se reflejó en un nuevo tipo de simplicidad minimalista -en las pasarelas y fuera de ellas- que comunicaba estatus sin necesidad de logotipos estridentes o estilos llamativos.
La serie de HBO "Succession", que concluyó su cuarta y última temporada en mayo, contribuyó a poner de relieve la tendencia de la "riqueza oculta", ya que sus protagonistas ultrarricos optaban a menudo por prendas básicas elevadas (la ropa de trabajo de Shiv Roy y las gorras de béisbol de Kendall Roy fueron algunos de los muchos temas de conversación sobre sastrería de la serie). Lo mismo ocurrió con el vestuario de Gwyneth Paltrow en el tribunal, que generó más titulares que el accidente de esquí que se estaba dirimiendo en el juicio.
Pronto, Prada presentó su nueva colección masculina como "una reconsideración de las cosas sencillas" y la diseñadora de culto Phoebe Philo lanzó suesperada marca homónima con una colección de debut definida por una elegancia discreta. En otros lugares, la tendencia -que no debe confundirse con el minimalismo- se extendió a relojes, accesorios e incluso hoteles (véase el nuevo "antihotel" del joyero Chopard en el corazón de París).
Las huelgas paralizaron Hollywood y la alfombra roja
Durante casi cuatro meses, los actores de Hollywood se declararon en huelga para reclamar un aumento de sus salarios y de sus ingresos residuales, que han disminuido en la era de los servicios de streaming, que evitan los derechos de autor convencionales y rara vez revelan la frecuencia de visionado de los contenidos. La Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. informó de que los actores ganaron una media de 27,73 dólares por hora el año pasado y señaló que muchos no cobran durante todo el año. Los guionistas también se declararon en huelga, paralizando las producciones de cine y televisión.
Las ceremonias de entrega de premios se redujeron o aplazaron, lo que dio lugar a unas alfombras rojas inusualmente discretas. Y aunque esto fue una mala noticia para los maquilladores y estilistas de famosos, que perdieron una importante fuente de ingresos, también brindó a influencers y modelos la oportunidad de ocupar el primer plano que habían dejado vacante las estrellas de cine.
En noviembre, el sindicato de actores SAG-AFTRA llegó por fin a un acuerdo con los grandes estudios. El acuerdo, que expirará en mayo de 2026, incluye aumentos salariales, empleos de mayor duración, mejores prestaciones, garantías de royalties y protección contra el uso de inteligencia artificial por parte de los estudios, otro de los principales puntos de fricción para actores y guionistas.
La inteligencia artificial sigue molestando a los creadores
Los guionistas y actores no son los únicos preocupados por la posibilidad de que la IA ponga en peligro sus medios de vida. Autores como George R. R. Martin, Jodi Picoult y John Grisham se unieron a una demanda colectiva contra OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, alegando que utilizaba obras protegidas por derechos de autor al entrenar sus sistemas para crear respuestas más parecidas a las humanas. Más de 10.000 autores, entre ellos James Patterson, Roxane Gay y Margaret Atwood, firmaron también una carta abierta en la que pedían a los líderes de la industria de la IA que obtuvieran el consentimiento de los autores cuando utilizaran sus obras para entrenar grandes modelos lingüísticos, y que les compensaran justamente cuando lo hicieran.
Los artistas plásticos, por su parte, han encontrado formas de luchar contra la utilización de sus obras por la IA sin su consentimiento, gracias en parte a programas como Glaze, que engaña a los modelos de IA para que lean las imágenes de forma distinta a la humana (por ejemplo, una pintura al óleo puede parecer un dibujo al carboncillo), y PhotoGuard, que les impide manipular las imágenes.
Otros campos también se enfrentan a la competencia de la tecnología emergente: en abril, una imagen generada por IA ganó incluso un Sony World Photography Award. Pero muchos creativos han aprovechado el potencial de estos avances, desde el primer cómic manga generado por IA en Japón hasta colecciones enteras de moda diseñadas con esta tecnología.
Las NFT alcanzan nuevos mínimos
Si la espectacular subida y bajada de los precios de las NFT fue una de las grandes historias de 2022, este año ha ofrecido realidades más aleccionadoras a largo plazo para los entusiastas de las fichas. Y con los volúmenes de negociación cayendo en picado, algunas de las empresas y figuras detrás de los coleccionables respaldados por celebridades se enfrentaron a una nueva oleada de acciones legales.
En abril, los inversores demandaron a los creadores de los NFT de Bored Ape, Yuga Labs, entre otros, por promocionar "engañosamente" los tokens e inflar artificialmente sus precios. (En aquel momento, la empresa dijo a CNN que las reclamaciones carecían "por completo de fundamento o base factual"). La estrella del fútbol Cristiano Ronaldo también se enfrenta a una demanda colectiva de 1.000 millones de dólares por su promoción de la bolsa de criptomonedas Binance, incluida la venta de NFT de sí mismo. Por otra parte, un jurado federal de Nueva York dictaminó que las versiones NFT de un artista de los famosos bolsos Birkin de Hermes violaban los derechos de marca de la casa de lujo.
Sin embargo, con el repunte de los precios del Bitcoin en los últimos meses, algunos criptoanalistas han expresado su esperanza de que el "invierno de las NFT" esté llegando a su fin. Pero a pesar de un repunte relativamente saludable en las ventas de noviembre, el camino de vuelta es largo, muy largo, incluso hasta las cotas más altas de los últimos tiempos.
Tiaras, derechos de los transexuales y agitación en Miss Universo
Independientemente del lugar que ocupe el concurso de Miss Universo en la era moderna, el certamen de este año ha dado más que hablar que ninguno de los que se recuerdan. En una victoria para la inclusión del colectivo LGBTQ, el concurso contó por primera vez con dos mujeres trans, ya que Marina Machete y Rikkie Kollé fueron seleccionadas para representar a Portugal y los Países Bajos, respectivamente.
El triunfo se convirtió en confusión pocos días antes de la final de El Salvador, cuando el propietario de Miss Universo, JKN Global Group, se declaró en quiebra. Pero aunque la empresa tailandesa de distribución de medios de comunicación pudo organizar un espectáculo de éxito -con elegantes trajes de noche y algunos "trajes nacionales" deliciosamente extraños-, lo que siguió fue aún más dramático.
Después de que la nicaragüense Sheynnis Palacios se convirtiera en la primera representante del país en reclamar la tiara, la directora de la franquicia de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, fue acusada de conspiración y traición. Celebertti, que junto a su marido y su hijo está acusada de estar implicada en un complot para derrocar al gobierno, dimitió posteriormente. (Celebertti no respondió a la petición de comentarios de la CNN, pero escribió en Instagram que ha trabajado con transparencia y "con celo y esfuerzo para exaltar el nombre de mi patria").
Aguas revueltas para las casas de subastas
En las subastas de este año se han subastado algunos objetos de gran valor, aunque sólo dos han alcanzado las nueve cifras: Una obra maestra de Picasso titulada "Femme à la montre", que superó los 139 millones de dólares y se convirtió en la segunda obra más valiosa del artista español jamás subastada, y el último retrato de Gustav Klimt, que se convirtió en la obra de arte más cara jamás vendida en una subasta europea al alcanzar el equivalente a 108 millones de dólares en Londres.
En general, sin embargo, las ventas fueron flojas. Christie's, por ejemplo, registró una caída interanual de 2.200 millones de dólares en las ventas de 2023, mientras que Philips experimentó un descenso de casi el 40% en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Los gigantes de las subastas han tratado de diversificar su oferta, con varias ventas importantes de zapatillas y objetos deportivos en 2023. Pero su éxito se sustenta en las ventas de arte de primera categoría, que, según un reciente análisis de Artsy, han caído drásticamente: Este año, los 100 lotes más subastados se vendieron por un total de 2.400 millones de dólares, frente a los 4.100 millones de 2022.
Al igual que los museos, las casas de subastas también se enfrentan al escrutinio sobre el origen de los objetos que pasan por sus puertas. En septiembre, Christie's canceló una venta de joyas propiedad de la fallecida multimillonaria Heidi Horten después de que grupos de defensa de los judíos y organizaciones de derechos humanos plantearan la preocupación de que su marido hubiera amasado su fortuna familiar adquiriendo negocios judíos que fueron vendidos bajo coacción en la Alemania nazi.
Descubrimientos sorpresa
La basura de una persona es el tesoro de otra, y en 2023 varios afortunados compradores de gangas encontraron joyas y obtuvieron pingües beneficios. Las tiendas de segunda mano británicas resultaron especialmente lucrativas: una pareja del Reino Unido compró por el equivalente a 3,30 dólares un diminuto jarrón de un ceramista japonés que más tarde se valoró en casi 12.000 dólares, mientras que un coleccionista anónimo vendió dos jarras de la dinastía Qing por más de 74.000 dólares, tras haberlas adquirido en un lote de cerámica por sólo 25 dólares.
En EE.UU., una entusiasta de las antigüedades vio cómo su compra de 4 dólares alcanzaba un precio de venta de 191.000 dólares en una subasta, tras revelarse que se trataba de un cuadro de N.C. Wyeth perdido hace mucho tiempo (el New York Times informó posteriormente de que la venta se frustró en un momento dado, antes de que un comprador lo adquiriera por una suma no revelada de seis cifras). A principios de este mes, una compradora de segunda mano de Richmond, Virginia, obtuvo un gran beneficio cuando el jarrón de cristal que compró por 3,99 dólares en Goodwill se vendió por más de 107.000 dólares tras ser identificado como obra del arquitecto italiano Carlo Scarpa.
Otros descubrimientos del mundo del arte vinieron de la mano de atribuciones corregidas, como la de un cuadro que se subastó por 15.000 dólares y que este mes alcanzó los 14 millones tras ser identificado como un Rembrandt. También hubo devoluciones sorpresa, como la de un cuadro de Van Gogh robado que fue entregado a un detective holandés en una bolsa de IKEA.
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Fuente: edition.cnn.com
