De "devastador" a "desastre": Problemas en la documenta
La documenta nunca descansa. Años antes de la próxima edición de la mundialmente conocida muestra de arte, comienza la disputa. El hecho de que esta vez haya estallado antes y sea aún más áspera no se debe a Kassel, sino a Oriente Próximo.
"El problema fundamental es que la cultura del debate se nos ha ido completamente de las manos", afirma Nicole Deitelhoff. La académica estaba al frente del comité encargado de tratar el escándalo del antisemitismo tras la documenta quince. Tras los atentados de Hamás contra Israel el 7 de octubre, la situación discursiva volvió a agravarse. "Ahora es imposible hablar entre nosotros. Cada palabra se pesa en la balanza y lleva a arrinconar a la gente a una velocidad pasmosa".
Las esquinas: Por un lado, están las voces proisraelíes sensibles a los tonos antisemitas y a todo lo que cuestione el derecho de Israel a existir, como el movimiento de boicot BDS. En el otro lado están las voces pro-palestinas, que, según Deitelhoff, están sobrerrepresentadas en la escena cultural. Actualmente se están suscitando una serie de debates en torno a estas líneas de conflicto, el más reciente en la Feria del Libro de Fráncfort, por ejemplo, donde se aplazó la ceremonia de entrega de premios a un autor palestino y un discurso inaugural proisraelí provocó disturbios en el pabellón.
¿Qué ocurrió?
Este clima también se dejó sentir en el comité de selección encargado de elegir un nuevo director artístico para la próxima documenta 2027. Primero abandonó un participante, luego otro, y el jueves los cuatro restantes también renunciaron. Citaron como motivo "los debates polarizados", a consecuencia de los cuales su trabajo se vio sometido a una presión cada vez mayor.
Mientras tanto, ni siquiera se ha concretado la fecha de la próxima documenta. Tradicionalmente, se celebra cada cinco años. "En la situación actual, la cuestión de la fecha no es la máxima prioridad", afirma el Director General, Andreas Hoffmann. "Se trata de conducir la documenta hacia un futuro brillante".
Los políticos hablaron el viernes de "caos", Deitelhoff considera la situación de la documenta "desoladora". Probablemente será difícil encontrar nuevos candidatos para el comité de selección. Será aún más difícil encontrar comisarios que tengan la confianza necesaria para asumir un proyecto de tal envergadura en este clima. Sobre todo cuando hay que cargar con el legado de la documenta quince, que estuvo a punto de cancelarse debido a las obras de arte antisemitas.
¿Qué pasará ahora en Kassel?
"Ahora necesitamos un nuevo comienzo creíble", exigió la Secretaria de Estado de Cultura, Claudia Roth (Verdes). El Gobierno federal está dispuesto a colaborar en la reorganización. Roth acogió con gran satisfacción el hecho de que "documenta GmbH se ocupe primero de su propia redefinición fundamental y reforma estructural antes de que comience la planificación de la edición de 2027". El gobierno federal está dispuesto a trabajar en la reorganización.
Los accionistas de documenta -el Estado federado de Hesse y la ciudad de Kassel- dicen que quieren recuperar la confianza perdida. El primer paso es reiniciar el "sistema operativo" de documenta, dice el Director General Hoffmann. Actualmente se está revisando la estructura organizativa. Con la ayuda de expertos externos, se están analizando las responsabilidades, las estructuras y los procesos. Sólo cuando se haya completado este proceso de reorganización será posible dar el siguiente paso e iniciar de nuevo el proceso de descubrimiento.
¿Y cómo salir del bucle del debate?
"El conflicto actual en torno a la documenta no puede verse aislado de la situación en el mundo del arte internacional", analiza Meron Mendel, director del Centro Educativo Ana Frank. "Los debates sobre el antisemitismo, Israel y el conflicto de Oriente Próximo están dividiendo la escena". Los artistas alemanes se enfrentan a un dilema. "Dependen en parte del mercado internacional del arte y por eso no se atreven a adoptar una postura diferenciada".
Para Mendel, sin embargo, las prohibiciones tampoco pueden ser la solución. "Más bien hay que llegar a un consenso con la dirección de las instituciones culturales que se oponga a toda forma de exclusión". Los responsables de la toma de decisiones, como conservadores, directores de museos o miembros de comités de selección, deben estar "igualmente abiertos a todos los artistas, independientemente de su origen o filiación nacional".
"Necesitamos el arte más que nunca", afirma el ministro Roth. "Necesitamos espacios protegidos para el arte, necesitamos sus debates e impulsos para una sociedad abierta". El Director General de documenta, Hoffmann, también subraya que los debates "forman parte del ADN de documenta". Deitelhoff considera problemático que se cree la impresión de que la libertad artística está amenazada. "La respuesta no puede ser que permitimos un poco de antisemitismo".
Fuente: www.dpa.com