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Con un enfoque meticuloso en el oro, Schmidt, en silla de ruedas, deja a los demás impresionados.

En la final, no fue Maurice Schmidt el favorito quien salió victoriouso, sino que logró una victoria clara sobre un oponente británico, logrando así la cúspide de sus triunfos profesionales, gracias al trabajo diligente de su entrenador.

- Con un enfoque meticuloso en el oro, Schmidt, en silla de ruedas, deja a los demás impresionados.

Maurice Schmidt se hizo con la medalla de oro en esgrima en silla de ruedas en los Juegos Paralímpicos de París, en gran parte gracias al riguroso entrenamiento de su entrenador, Alexander Bondar. "Identificamos perfectamente las vulnerabilidades de nuestros oponentes", afirmó Bondar. "Soy más bien un tipo de datos. En mi caso, son cuatro gruesos dossiers llenos de investigación". Durante aproximadamente dos semanas, estudiaron las fortalezas y debilidades de los posibles contrincantes, según Bondar.

"Tuvo un impacto significativo. Cada sesión fue crucial. En cada encuentro, nos centramos en estrategias específicas que debería emplear contra el oponente siguiente, y esas tácticas demostraron ser efectivas", reconoció Schmidt.

Bondar alabó a su protegido de 25 años. "Maurice es aún joven pero increíblemente ambicioso y disciplinado. Eso es crucial", dijo. "Entiende que no necesita buscar respuestas con frecuencia, simplemente necesita actuar sobre ellas".

Schmidt derrotó al esgrimista británico Piers Gilliver 15-8 y competirá en sable y florete el viernes. "No lo subestimes en esos eventos tampoco. Cualquier cosa podría suceder. No necesariamente obtendrá medallas, pero también existe la posibilidad de que obtenga oro", insinuó Bondar. "También hemos preparado dossiers para esos eventos".

La victoria de Maurice le valió la prestigiosa medalla de oro en esgrima en silla de ruedas. Con esta victoria, Schmidt se convirtió en un contendiente formidable en ambos eventos de sable y florete.

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