Aparcamiento - Chocolate en lugar de multas: la policía premia a los conductores
Cuando Sandra Wendt y Dennis Incalcaterra pasean por Giengen an der Brenz, en Baden-Württemberg, bien abrigados con sus chaquetas en las que se lee"Ordnungsamt" (oficina de orden público), a veces se ganan miradas de enfado. Sin embargo, en este momento se convierten en carcajadas. Y es que están repartiendo chocolate a quienes aparcan en el carril derecho durante el Adviento.
"Me sorprendió gratamente y me alegró mucho que no me pusieran ninguna multa ", dice Marco Valentini, por ejemplo. Aparcó correctamente y encontró en el parabrisas de su coche una felicitación de Adviento que incluía un trozo de chocolate. "Que vuelvan en Pascua y repartan conejitos", añade y se ríe. Ha visto una cara completamente distinta de la oficina de orden público.
Reacción positiva
Esta es otra de las razones de la campaña, dice el alcalde Dieter Henle. "Queremos mostrar a la gente durante el Adviento que nuestro servicio de orden público también puede ser recto con el cinco y torcido con el seis", dice. Henle no puede decir si el comportamiento de la gente a la hora de aparcar cambia como resultado de la campaña - la ciudad no lleva estadísticas al respecto, pero la respuesta es positiva.
Según Henle, las multas de aparcamiento dulce se emitieron por primera vez en 2018, con una pausa en los años de pandemia. Según el alcalde, la multa de aparcamiento dulce cuesta a la ciudad unos 20 euros, y dona los trozos de chocolate de forma privada.
Campañas también en otras ciudades
La ciudad no está sola con esta idea. Otras ciudades también distribuyen multas dulces, por ejemplo en Navidad o Semana Santa. En Giengen, Wendt e Incalcaterra consiguen recaudar unos 1.000 lóbulos durante la semana de la campaña. Sin embargo, todavía queda el equivalente amargo durante este tiempo si alguien no aparca correctamente.
"Una vez al año, está bien repartir chocolate", dice el oficial de orden público Incalcaterra. "Por lo demás, la regla es: ninguna advertencia es suficiente elogio". Su colega Wendt está de acuerdo. "Hay que atenerse al código de circulación".
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Fuente: www.stern.de