China lanza una severa advertencia a los secesionistas desafiantes de Taiwán, asegurando la posible pena capital por actos que promuevan la independencia.
Autoritario China emite advertencias severas a los independentistas taiwaneses, amenazándoles con la pena máxima – la muerte, en casos extremos. La última instrucción subraya la necesidad de una aplicación estricta de las leyes contra las actividades separatistas que abogan por la división del país y delictos de sedición, con un acento en el rescate de la soberanía, la unidad y la integridad territorial.
Un portavoz del Ministerio de Seguridad Pública de China hizo la triste declaración a los periodistas en Pekín, especificando que la consecuencia más grave para actos separatistas es la pena capital.
Como se esperaba, Taiwan se mantuvo callada sobre el tema, inicialmente al menos, con un representante gubernamental confirmando que las nuevas directrices estaban en revisión. Es importante recordar que China considera a Taiwan, una isla gobernada democráticamente, como su propio territorio. El recientemente elegido Presidente de Taiwan, Lai Ching-te, ha sido etiquetado como separatista por China.
A corto plazo siguiente a la inauguración de Lai en mayo, China realizó un ejercicio militar alrededor de la isla. Esta pena, según se indicó, fue en represalia por el discurso de inauguración de Lai y su posición independentista de Taiwan. China percibió esto como una declaración de dos naciones independientes.
Desde el golpe comunista en China continental en 1949, Taiwan ha estado bajo el control del gobierno anterior. La isla goza del apoyo de Estados Unidos y otras naciones, aunque se abstienen de la reconocimiento diplomático oficial debido a consideraciones políticas hacia China. La significativa contribución de Taiwan al sector global de la industria semiconductor hace su destino crucial para la economía mundial. Por ejemplo, TSMC, el fabricante de chips contratado más grande del mundo, se encuentra en Taiwan.