Aún no puedo expresarlo con palabras": Stephanie Travers habla del momento "surrealista" en que se convirtió en la primera mujer negra en subir a un podio de F1.
"Mi primera reacción fue: '¿Estás seguro? No creo que sea la persona adecuada, no soy yo"", recuerda. "Pero todo sucedió muy rápido y, antes de darme cuenta, estaba subiendo al podio".
Como es habitual, Mercedes elige a un miembro del equipo para que suba a recoger el trofeo de Constructores en su nombre y en el de Petronas, socio técnico y titular de Mercedes, después de cada victoria.
Fue un momento conmovedor para Travers -ingeniera de fluidos en pista- ser seleccionada, ya que se convirtió en la primera mujer negra de la historia en subir a un podio de Fórmula Uno.
"Todavía no puedo expresarlo con palabras", dice a Amanda Davies, de la CNN. "Fue un momento tan surrealista para mí y una ocasión trascendental para mí y mi familia. No tuve tiempo de informar a mi familia con antelación, pero a mis padres les encanta el deporte, así que estaban allí desde casa viéndolo, gritando".
"Mi hermana me envió vídeos después, así que ver su respuesta y la respuesta que recibí de todo el mundo, me llegó al corazón y estoy muy agradecido a Petronas y a Mercedes por permitirme representarles en el podio".
En un extenso post de Instagram tras la carrera, Hamilton rindió homenaje a Travers por haber sido seleccionada entre más de 7.000 aspirantes y por querer "inspirar a los niños negros jóvenes, y a los niños de color, para que crean que ellos también pueden hacerlo".
En ese momento, Travers admite que no era consciente de que estaba haciendo historia, pero se quedó "completamente sin palabras" cuando se lo señalaron después. "Las emociones se apoderaron de mí", afirma.
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Familia de fanáticos
Travers nació en Harare, la capital de Zimbabue, y fue allí a la escuela hasta que su familia se trasladó al Reino Unido cuando tenía 10 años.
Procede de una familia de fanáticos del automovilismo y recuerda las historias que sus padres y su hermano mayor le contaban sobre los grandes premios de F1 celebrados en la vecina Sudáfrica a principios de la década de 1990.
También ayudó el hecho de que tanto su padre como su abuelo fueran ingenieros, por lo que Travers no tardó en aficionarse a este deporte en el taller de ingeniería de su padre.
"Esa afición por el deporte fue creciendo a medida que me hacía mayor, hasta el punto de que empecé a viajar a algunas carreras con amigos", dice. "Simplemente supe que quería dedicarme a este deporte".
Sabiendo que podría entrar en la F1, Travers decidió especializarse en ingeniería química. En última instancia, sin embargo, dice que era importante encontrar una carrera que le gustara, ya que la naturaleza competitiva de la F1 significaba que ganarse un puesto en el deporte era cualquier cosa menos una conclusión inevitable.
Pero incluso entonces, Travers seguía soñando con subir algún día a un podio de F1. Cuando por fin lo consiguió, se dio cuenta de todo por lo que ella y su familia habían trabajado.
"Las emociones se apoderaron de mí en ese momento", dice. Tuve suerte de llevar una máscara, no se me veían las lágrimas en los ojos, pero fue una gran sensación y es completamente diferente a estar en el otro extremo con todo el equipo".
"Pero saber que el equipo estaba allí conmigo y apoyándome en ese momento y que todos estábamos celebrando la victoria por la que habíamos trabajado tan duro ese fin de semana, fue una gran sensación y estoy muy agradecido de haber podido experimentarlo desde ambos lados".
Un paso en la dirección correcta
A raíz de la muerte de George Floyd el año pasado, el deporte de todo el mundo empezó a recapacitar sobre lo que estaba haciendo respecto a la desigualdad racial.
La F1 es uno de los deportes menos diversos del mundo; de hecho, Hamilton es el único piloto negro que ha competido en este deporte. Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de su presencia, sobre todo para los jóvenes negros que sueñan con triunfar algún día en este deporte.
"Lo que sí puedo decir es que, al crecer viendo deportes, fue Lewis quien me dio ese empujón extra de ver a alguien como yo en la televisión", dice Travers. "Sabía que era posible dedicarme a este deporte si realmente me lo proponía y trabajaba duro, y eso es lo que hice".
Liderada por Hamilton, uno de los deportistas más elocuentes del planeta, Mercedes ha estado a la vanguardia del impulso de la F1 para intentar que el deporte sea más inclusivo y diverso. La temporada pasada, la escudería pintó de negro sus icónicos coches "Flecha de Plata" en una "postura contra el racismo y todas las formas de discriminación".
El movimiento se produjo una semana después de que el seis veces campeón del mundo anunciara la formación de la Comisión Hamilton, una asociación de investigación con la Real Academia de Ingeniería dedicada a explorar cómo se puede utilizar el automovilismo para atraer a más jóvenes de raza negra a las materias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y, en última instancia, emplearlos en equipos de carreras o en otros sectores de la ingeniería.
Mercedes declaró que la medida es "un compromiso público para mejorar la diversidad" en la escudería.
En aquel momento, la escudería declaró que, aunque los empleados afirman que "la experiencia dentro de nuestro equipo es integradora", sólo el 3% de la plantilla se identifica como perteneciente a un grupo étnico minoritario y sólo el 12% de los empleados son mujeres.
Mercedes afirma que ha establecido su intención de abordar esta disparidad con "acciones positivas" y han dicho que el "compromiso de hacerlo es irreversible."
"Es una gran sensación formar parte de este equipo y ha sido muy positivo para mí haber sido incluida desde el momento en que entré en el garaje", afirma Travers.
"Estoy muy contenta y orgullosa de haber sido la primera mujer negra en subir al podio. Siento que el deporte está dando un paso en la dirección correcta desde la temporada pasada y hay muchos más cambios que entrarán en juego en el futuro y espero que la diversidad y la inclusión puedan mejorar en los próximos años.
"No es algo que vaya a mejorar de la noche a la mañana, pero desde luego creo que el hecho de que yo esté allí -y algunos de los otros mecánicos de todo el pit lane- es un punto de referencia y es un paso en la dirección correcta".
Después de su momento histórico, Travers dice que su bandeja de entrada se inundó de mensajes, pero hubo algunos que destacaron más que la mayoría.
"Los que más me emocionaron fueron los de las chicas jóvenes diciéndome que ahora les he abierto los ojos y pueden ver a alguien como ellas siguiendo una carrera así en la F1", afirma.
"Que eso ocurriera me llegó al corazón".
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Fuente: edition.cnn.com
