ir al contenido

Así de peligrosas son las caídas fulminantes

Fáciles de conseguir, difíciles de rastrear, devastadoras en sus efectos: las gotas noqueadoras son un problema creciente, incluso fuera de la escena de las fiestas. El "Tatort" de Dresde aborda el tema.

Ya no recuerda nada: Sarah (Deniz Orta), víctima de una violación..aussiedlerbote.de
Ya no recuerda nada: Sarah (Deniz Orta), víctima de una violación..aussiedlerbote.de

Así de peligrosas son las caídas fulminantes

En carpas de cerveza, después de conciertos de Rammstein, en una fiesta de graduación, con la policía e incluso en el BND: las gotas fulminantes son noticia más que nunca, apenas pasa una semana sin titulares que dejan a la gente estupefacta.

Aunque la película ya se rodó en 2021, el nuevo "Tatort" de Dresde llega en el momento justo desde el punto de vista temático: en "Was ihr nicht seht", un delincuente en serie entra en las casas de sus víctimas, echa gotas fulminantes en las bebidas de las desprevenidas mujeres y después las viola. Como las altas dosis de anestésicos provocan pérdida de memoria, las mujeres apenas recuerdan nada después. Sólo después de varias muertes la policía localiza al autor y descubre las dimensiones inimaginables de las violaciones.

"Las mujeres que son víctimas de agresiones bajo la influencia de drogas noqueadoras apenas tienen posibilidades de ser procesadas", afirma la directora Lena Stahl. "Las pruebas suelen ser escasas y los procesos judiciales son difíciles. El Bundestag no reformó el derecho procesal penal hasta 2019. Esto debería facilitar el testimonio de las víctimas y la obtención de pruebas, al menos como primer paso." A pesar de ello, el año pasado solo se enjuiciaron 21 casos en Berlín.

Un máximo de doce horas de pruebas

Una de las razones es el corto tiempo de detección de las sustancias: "En sangre tarda unas seis horas y en orina, doce", explica Céline Sturm, de la organización de protección de víctimas Weißer Ring. Como los delitos suelen denunciarse con cierto retraso -si es que se denuncian-, la investigación resulta entonces extremadamente difícil. A ello se añade el gran número de posibles estupefacientes, ya que no todas las gotas noqueadoras son iguales: "Entendemos por ello muchas sustancias diferentes, a veces hasta 200", dice Sturm. Entre ellas están la ketamina, un anestésico utilizado en medicina veterinaria, y el GHB (ácido gamma-hidroxibutírico), coloquialmente conocido como éxtasis líquido. También se consumen voluntariamente en pequeñas dosis como drogas de fiesta en discotecas.

De hecho, muchas de estas sustancias se pueden adquirir libremente en Alemania. Otras son medicamentos sujetos a prescripción médica, algunos de los cuales entran en el ámbito de la Ley de Estupefacientes. Pero no todas. Por ejemplo, el GHB, que se produce a partir de la gamma-butirolactona (GBL) y el 1,4-butanodiol (BDO), sustancias químicas industriales que se producen, comercializan y procesan industrialmente en grandes cantidades. Ambos no están contemplados en la ley sobre manipulación de estupefacientes.

Fáciles de obtener, difíciles de perseguir, devastadores en sus efectos: las gotas noqueadoras son un grave problema para la sociedad en su conjunto. "Como cineastas, en la Academia de Cine hemos hablado a menudo de lo importante que es nuestra voz como reflejo de la realidad", dice la directora Stahl sobre su motivación para hacer una película sobre el tema. "No podemos ni debemos cerrar los ojos ante los problemas difíciles de una sociedad. En este sentido, espero que nuestra película pueda contribuir un poco a no ignorar a las víctimas".

Fuente: www.ntv.de

Comentarios

Más reciente