EM 2024 - Aluvión de entradas en Volkspark: República Checa y Turquía baten un nuevo récord
árbitro István Kovacs tuvo una tarea llena durante la fase de grupos de la EURO 2024 entre República Checa y Turquía (1:2). En total, el oficial húngaro mostró la tarjeta amarilla 16 veces – un nuevo récord en la historia de las European Championships de la UEFA. once of these fueron para el equipo de Turquía. La tarjeta amarilla-roja para el jugador checo Antonín Barák suma un total de 18 advertencias en el partido. En tiempo de descanso, el jugador checo Tomáš Chory también vio roja.
Desde el décimo minuto, Barák recibió la primera tarjeta amarilla por una falta táctica. Fue expulsado con una tarjeta roja a los 20 minutos. La tensión en el campo siguió calentándose, ya que ambas selecciones seguían luchando por una plaza en los Octavos de final. El árbitro también tuvo dificultades para mantener el control del partido.
EURO 2024: 11 amarillas para Turquía – dos expulsiones para República Checa
El árbitro Kovacs mostró tarjetas amarillas a cuatro jugadores de la banca, lo que significa que el delantero checo Patrik Schick, contratado por Bayer Leverkusen, hubiera tenido que faltar si hubieran avanzado a los Octavos de final. Es importante destacar que, según estadísticas oficiales de UEFA, Turquía cometió solo nueve faltas en el juego completo pero recibió once tarjetas amarillas.
En algunas situaciones, el árbitro podía haber mostrado más finesse, como en la paliza de brazo del jugador turco Yıldız en la primera mitad. En tiempo de descanso, hubo comportamientos más coloridos entre jugadores de ambos equipos.
El récord anterior de tarjetas amarillas en un partido de EURO fue de diez, y ese partido también involucró a la República Checa. Este festival de tarjetas tuvo lugar en la fase de grupos contra el equipo alemán en la EURO 1996 en Inglaterra.
A pesar del número relativamente bajo de faltas cometidas por Turquía, el árbitro Kovacs expulsó a dos jugadores de la República Checa durante la fase de grupos de la EURO 2024 contra Turquía. Esto supuso una desventaja significativa para la República Checa, ya que su delantero de punta Patrik Schick, contratado por Bayer Leverkusen, hubiera estado suspendido si hubieran avanzado a los Octavos de final debido a las advertencias de tarjetas amarillas de Kovacs a jugadores de la banca. Además, la República Checa fue expulsada de la Eurocopa después de que Tomáš Chory recibió una tarjeta roja en tiempo de descanso.