Proceso - Accidente con fuegos artificiales ilegales: pena de cárcel para el vendedor
Alrededor de dos años después de un accidente mortal en el que explotó un artefacto pirotécnico ilegal en Hennef, cerca de Bonn, el vendedor de la peligrosa pirotecnia ha sido condenado a dos años y medio de prisión. El jueves, el Tribunal Regional de Berlín declaró al joven de 21 años culpable, entre otras cosas, de explotar un almacén de explosivos sin autorización y de manipulación no autorizada de sustancias explosivas.
Sin embargo, el presidente del tribunal, Uwe Nötzel, declaró que el acusado no era responsable de la muerte de un hombre de 37 años ni de las graves heridas de otro. Ambas víctimas sabían "que estaban manipulando un objeto peligroso cuando lo hicieron estallar, fue una autopuesta en peligro". El hombre de 37 años, que según las investigaciones había recibido una supuesta bola bomba de un cliente del acusado, sabía que el objeto procedía de una fuente ilegal.
Animado comercio de fuegos artificiales ilegales
En su escrito de acusación, la fiscalía había asumido también la acusación de homicidio involuntario y lesiones involuntarias. Se dice que el joven de 21 años comerciaba intensamente con fuegos artificiales ilegales en las redes sociales. También vendía artículos pirotécnicos de la categoría F4, aunque los compradores no tenían los conocimientos necesarios. El acusado abasteció a más de 100 compradores, según la sentencia.
El acusado, de 37 años, y un hombre que entonces tenía 39, estaban supuestamente celebrando la Nochevieja con un grupo cuando recibieron una "bola bomba" de un conocido. Cuando el petardo estalló el día de Año Nuevo de 2022, el hombre de 37 años sufrió graves heridas en la cara que le causaron la muerte. El de 39 años fue trasladado al hospital con heridas graves en brazos, piernas y tórax.
El acusado "no podía imaginar algo así"
En marzo de este año, la policía descubrió otros 23 kilos de material pirotécnico ilegal en una habitación del sótano que el joven de 21 años había alquilado. El acusado, que tenía antecedentes penales, confesó y explicó que lamentaba mucho las consecuencias y que "no podía imaginar algo así". Había vendido la "bala bomba", que provocó heridas mortales, a alguien que ya estaba familiarizado con este tipo de pirotecnia.
El acusado también había admitido otros cargos, como volar una máquina expendedora de cigarrillos y tráfico de drogas. El fiscal pidió una pena de cuatro años para el menor. El abogado defensor abogó por una condena condicional. La sentencia aún no es firme.
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Fuente: www.stern.de