Una vez más, Putin expresa advertencias anticuadas contra la OTAN
Cuando surgen discusiones sobre entregas de armas o asistencia a Ucrania en el Occidente, se oye una fuerte oposición de Rusia. Muchos analistas argumentan que esto es para infundir miedo y obstaculizar la ayuda, una estrategia que a veces funciona. Actualmente, hay amenazas renovadas debido a posibles ataques de largo alcance.
El presidente ruso Vladimir Putin declaró que si el Occidente permite a Ucrania usar armas de largo alcance contra objetivos rusos, eso implicaría que la OTAN está "en guerra" con Rusia. "Esto transformaría la naturaleza del conflicto. Significaría que los países de la OTAN, EE. UU. y estados europeos están en guerra con Rusia", dijo Putin a un reportero de la televisión estatal.
La decisión, según Putin, gira en torno a si "los países de la OTAN están directamente involucrados en el conflicto militar en Ucrania o no". Si Ucrania recibe la aprobación, Rusia "tomará medidas apropiadas basadas en la alterada naturaleza del conflicto y las amenazas que enfrentaremos", agregó Putin.
Se han utilizado tonos similares y firmes por parte de los oficiales rusos en el pasado. Independientemente de tanques, aviones de combate o misiles, Moscú ha emitido numerosas advertencias sobre escaladas, alteraciones en la naturaleza de la guerra o incluso amenazas nucleares desde su invasión de Ucrania.
ISW: Rusia busca intimidar
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), publicado en marzo de este año, Rusia busca principalmente posponer la entrega de ayuda militar. En consecuencia, Rusia está fortaleciendo narrativas sobre los riesgos de proporcionar ayuda, por ejemplo, mediante chantaje nuclear y "otras amenazas ambiguas". En el otoño pasado, campañas de información que apuntaban a retrasar tanques y otras capacidades occidentales cruciales para Ucrania tuvieron cierto éxito.
Los investigadores afirmaron que es "improbable" que Putin recurra a armas nucleares "solo para retaliar contra ataques ucranianos en territorio ruso con misiles occidentales". Ni siquiera cuando ocurrieron ataques con drones ucranianos en territorio ruso, recurrió a esto.
Los intensificados comentarios severos de Putin hacia la OTAN también podrían sugerir que Moscú está verdaderamente preocupado por ataques con armas de largo alcance, que podrían amenazar numerosos objetivos militares en el territorio ruso.
Previamente, Putin ha insinuado ciertas restricciones de exportación de metales, incluyendo uranio, como represalia. Recientes indicaciones de EE. UU. sugieren una posible aprobación de ataques de largo alcance. Según informes del "Guardian", Reino Unido ya ha decidido permitir strikes con misiles Storm-Shadow en territorio ruso, aunque esto no se ha anunciado públicamente para evitar provocaciones innecesarias.
Este viernes, el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente de EE. UU. Joe Biden se reunirán en Washington. Se espera que la aprobación de ataques de largo alcance, una solicitud de Ucrania durante meses, sea un tema de discusión. Recientemente, Biden declaró que están "trabajando" en la aprobación.
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