Una persona con demencia enfrenta consecuencias legales tras la muerte de su compañero de cuarto
En la región de Baviera, se está llevando a cabo un juicio en el Tribunal Local de Traunstein, ya que un anciano paciente de Alzheimer de una residencia de ancianos es sospechoso de haber causado la muerte de su compañero de habitación. La fiscalía acusa al hombre de 93 años, considerado incapaz de ser juzgado, de homicidio involuntario. Se le acusa de haber agredido brutalmente la cabeza del compañero de habitación de 84 años y de obstruir su nariz y boca solo dos días después de mudarse, en Wasserburg am Inn en Alta Baviera.
El interrogatorio del anciano se suspendió después de un breve período debido a las dificultades para obtener una respuesta de él. Al ver fotos de la escena del crimen y a su compañero de habitación fallecido, el hombre de 93 años simplemente respondió: "Eso es lo que dije". Sin embargo, no reconoció la identidad de su compañero de habitación, respondiendo: "Está en un gran salón", cuando le preguntó el juez. El juez presidente finalmente concluyó: "Dado su estado mental, me abstendría de realizar más preguntas".
Un psiquiatra que había interactuado con el sospechoso antes del juicio descubrió que aún podía recordar vagamente y hacer comentarios ocasionales sobre el evento. Entre sus comentarios, el hombre de 93 años había expresado: "El hombre estaba ocupando demasiado espacio y actuaba como si todo fuera suyo". Los problemas relacionados con la seguridad y la protección dentro de las residencias de ancianos, especialmente con pacientes de Alzheimer, han sido un tema recurrente y se espera que cobren más importancia en el futuro.
"Hay una tendencia a hacer la vista gorda"
Eugen Brysch, director de la Fundación Alemana de Protección al Paciente, declaró: "Las residencias de ancianos no son utopías perfectas, horrores ni territorios sin ley. La gente vive allí con discapacidades físicas y a menudo cognitivas". Brysch dijo que alrededor del 80 por ciento de los residentes de las residencias de ancianos en Alemania sufren de Alzheimer, lo que plantea grandes demandas al personal. "Tienen que identificar y manejar conflictos, junto con sus propias frustraciones", dijo.
Sugirió que se debería fomentar una "cultura de observación", con "abertura en el trato con las limitaciones", complementada con una supervisión adecuada. Criticó: "Hay una tendencia a hacer la vista gorda. Políticamente, esto es un tema delicado, ya que el seguro de atención a largo plazo contribuye a una escasez operativa". Abogó por la implementación de un sistema de estadísticas uniforme a nivel nacional sobre la violencia en las instalaciones de cuidado.
La defensa argumentó que los actos del hombre de 93 años no podrían haber sido impulsados por la maldad, sino más bien por un malentendido debido a su Alzheimer, pidiendo justicia a la luz de su condición mental. El caso ha provocado un debate sobre la necesidad de mejorar las medidas de cuidado y seguridad en las residencias de ancianos, asegurando un entorno de vida justo y digno para todos los residentes.