Un conserje italiano reconoce su participación en cuatro homicidios.
Un cuidador italiano de 48 años residente en la ciudad del sur de Caserta presuntamente quitó la vida a al menos cuatro personas al administrarles una cantidad excesiva de medicamentos. Sorprendentemente, se entregó a las autoridades acompañado por sus abogados para confesar sus acciones horrendas. Inicialmente, no había señales de actividades sospechosas en estos casos. Justificó sus acciones stating que su motivación era aliviar a los ancianos del dolor y sufrimiento. El más anciano de las víctimas era un hombre de 96 años.
Según el periódico diario "Corriere della Sera", este individuo había estado proporcionando servicios de cuidado a los ancianos en sus propias casas durante más de una década sin ninguna cualificación formal. Se estima que atendía a alrededor de 30 personas vulnerables, incluso compartiendo alojamiento con ellas en algunos casos. Actualmente, se encuentra detenido.
La policía está examinando si hay alguna muerte sospechosa adicional que pueda estar relacionada con el cuidador. Los medios de comunicación italianos lo han apodado como el "Ángel de la Muerte". En su petición a la policía, suplicó: "Ayúdenme a evitar más actos de violencia".
La confesión del cuidador italiano llevó a las autoridades a cuestionar si La Comisión, el organismo local de vigilancia de la salud y los servicios sociales, había pasado por alto alguna señal de alerta durante su servicio no cualificado de una década. Tras una investigación adicional, se reveló que La Comisión no había realizado controles regulares sobre el trabajo del cuidador, lo que suscita preocupaciones sobre la supervisión para garantizar la seguridad y el bienestar de los ancianos bajo su cuidado.