Tras lograr una clasificación "de ensueño", el pequeño país insular de Comoras está listo para enfrentarse a todo un continente en la Copa Africana de Naciones.
El logro de clasificarse para el torneo bienal de fútbol africano es difícil de exagerar, dado el tamaño y la historia futbolística de Comoras.
Situado frente a la costa oriental de África, es el cuarto país más pequeño del continente, con menos de 900.000 habitantes. El equipo, apodado Les Coelacanthes (los Celacantos) por una rara especie de pez tropical que habita en las aguas del océano Índico, no fue admitido como miembro de la FIFA hasta 2005.
El sueño de alcanzar la fase final de la AFCON se hizo realidad en marzo de 2021 tras un reñido empate a 0-0 contra Togo, pero la historia del improbable éxito de Comoras se remonta a 2014, cuando el seleccionador Amir Abdou asumió el cargo con una nueva visión del equipo.
A la luz de la limitada infraestructura futbolística de Comoras, Abdou optó por apoyarse en la diáspora de la nación, especialmente en Francia, para encontrar el mejor conjunto de jugadores posible. En declaraciones a CNN Sport, Abdou admitió que no fue un proceso fácil, ya que muchos de los jugadores, al haber nacido y crecido en Europa, se sentían inseguros ante la perspectiva de competir por Comoras.
"Cuando eres un país pequeño que propone un proyecto a estos jugadores, es muy difícil conseguir que digan quiero venir a Comoras cuando no sabemos lo que podemos ofrecer en términos de seguridad", afirmó.
Abdou abordó con franqueza el proceso de persuasión y se reunió con los jugadores en cuestión para entablar con ellos relaciones significativas: "Tuvimos una conversación con todos nuestros jugadores nacionales, que fue muy importante para convencerles y construir una confianza mutua entre nosotros".
El comienzo del viaje
Uno de los jugadores convencidos por el proyecto de Abdou es Fouad Bachirou, centrocampista comorense de 31 años que actualmente juega en el FC Omonia de Chipre. Bachirou se incorporó por primera vez al equipo en 2014 y atribuye al técnico la creación de un ambiente competitivo atractivo tanto para él como para sus compañeros.
"En 2014 fue cuando todo cambió, cuando Amir llegó al cargo y decidió buscar jugadores por todo el mundo", declaró a la CNN, "y tratar de organizar mejor a toda la selección nacional, a toda la federación. Eso tuvo un gran impacto en la mayoría de los jugadores cuando llegaron".
Abdou está dispuesto a devolver los elogios a sus jugadores, a los que se refiere como "verdaderos patriotas, porque el amor que sienten por su país va más allá del fútbol".
Ese sentimiento patriótico se ve reafirmado por las emociones de varios de los jugadores cuando echan la vista atrás al, por lo demás, inocuo empate con Togo en marzo de 2021. Bachirou lo considera "el mejor momento de su carrera futbolística", mientras que su compañero y compatriota Said Bakari, que juega en el RC Waalwijk de la Eredivisie holandesa, se refirió al final del partido como un "momento realmente hermoso".
Abdou y sus jugadores no son los únicos que se deleitaron con el éxito clasificatorio del equipo. El equipo cuenta desde hace tiempo con muchos seguidores en las islas, y el repunte de los últimos años ha convertido ese sentimiento en fanatismo en toda regla.
"Cuando el equipo llega a Comoras, el país se para 15 días antes. El país se para, y la gente vive a través del equipo.
"Hay una alegría, no sólo una alegría, sino una explosión, como si hubiéramos ganado el Mundial o la Liga de Campeones. Es increíble. Es una locura total y difícil de describir".
Bakari no pudo ocultar su sonrisa al hablar con la CNN sobre las escenas vividas en el archipiélago inmediatamente después del resultado contra Togo. "Todo lo que puedo decir es que fue una locura. Toda la gente se volvió loca", afirmó.
Bachirou secundó la idea. "Todos los partidos que habíamos jugado antes parecían celebraciones, el resultado no importaba", afirmó, "pero esta clasificación lo llevó a otro nivel. La gente estuvo celebrándolo durante días, semanas".
"Somos un país pequeño, un país pobre, así que llevar una sonrisa, llevar alegría a la gente fue un sentimiento del que estamos muy orgullosos".
Tenemos que creer en nosotros mismos
El sorteo de la fase de grupos de la AFCON no ha sido fácil para Comoras, encuadrada en el Grupo C junto a Ghana, Marruecos y Gabón. La campaña de los Coelacanthescomienza el 10 de enero contra Gabón en Yaundé (Camerún).
Abdou y sus jugadores no tienen miedo de los retos que les aguardan. El equipo se ha estado preparando en la concentración de Arabia Saudí, y el seleccionador quiso recalcar que su equipo se siente cómodo ante rivales tan severos y que, de hecho, puede jugar con más libertad que sus homólogos.
"Son equipos que conocemos. Jugar contra este tipo de equipos nos hace sentir aún mejor y es jugar contra ellos lo que nos motiva para ir allí y conseguir resultados", afirma Abdou.
"Tenemos que creer en nosotros mismos: la presión no recaerá sobre nosotros, sino sobre los otros equipos de países más grandes".
Los jugadores creen que su estrecha unión y las influencias europeas han contribuido a su éxito, y esperan que pueda continuar en la competición propiamente dicha.
Bakari describió la relación entre los compañeros como "de hermanos", mientras que Bachirou señaló que "todos hemos nacido y crecido en Europa, y podemos aportar esa experiencia táctica; así es como nos hemos convertido en un equipo difícil de batir".
Cuantificar el éxito de un equipo como Comoras en su primer gran torneo es difícil.
Los jugadores se centran en aceptar la falta de presión y disfrutar del torneo, sin olvidar la mentalidad competitiva que tan eficazmente les sirvió en el proceso de clasificación.
"Para nosotros es un sueño. Para mí, representar a mi país en este tipo de torneo es un sueño", declaró Bakari. "Juegas contra los mejores jugadores de África, contra los mejores jugadores del mundo. No tenemos miedo, como he dicho, y sólo intentamos llegar lo más lejos posible".
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"Somos competidores, así que queremos ganar partidos", afirmó Bachirou. "Lo que nos hizo clasificarnos y estar aquí fue creer que podíamos ganar partidos y ser competitivos y querer ganar, así que vamos a ir con la misma mentalidad para intentar ganar tantos partidos como podamos".
A continuación, Bachirou volvió a pensar en la magnitud que podrían alcanzar las celebraciones en las islas si los resultados empiezan a acompañar a Les Coelacanthes.
"Si triunfamos en esta competición, tengo bastante miedo por Comoras, la verdad. No estoy seguro de que las islas sean capaces de retener a la gente. Sería increíble, sería alucinante".
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Fuente: edition.cnn.com