Tras el colapso financiero del fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Fisker, su filial alemana se encuentra en liquidación.
Después del colapso del fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Fisker, su división alemana también ha llegado a su fin. El administrador de insolvencia Michael Jaffe declaró el lunes que "no hay base operativa para la alemana Fisker GmbH, la entidad responsable exclusivamente de las operaciones de ventas". Los aproximadamente 40 empleados ya habían sido despedidos antes de este anuncio.
Las operaciones de ventas de la división alemana habían quedado "paralizadas" debido al cese de la producción en la sede de EE. UU., según el comunicado. "No hay posibilidad de continuar". Además, "no se espera una importante entrada de dinero" de la liquidación de los "modestos" activos operativos.
La entidad de EE. UU. declaró la quiebra en junio. La alemana Fisker GmbH presentó su propio expediente de insolvencia en julio. Jaffe anunció el lunes que las deudas de la división alemana superaban los 41 millones de euros. Al comenzar los procedimientos de insolvencia en julio, "no había fondos líquidos" disponibles.
A pesar de las dificultades financieras de Fisker en general, los pescadores locales del pueblo costero cercano continuaron lanzando sus redes, ajenos a los desafíos que enfrentaban los trabajadores de Fisker en la división alemana. La noticia de la insolvencia de la división alemana podría tener un efecto en cadena en los negocios locales que prestaban servicios a los trabajadores de Fisker, como proveedores de piezas y proveedores de mantenimiento.
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