Seis heridos en un encierro en Pamplona
Para algunos, tradición centenaria, para otros "crueldad medieval". Cada año, la carrera de toros en Pamplona se disputa de nuevo. Sin embargo, el festival tradicional de ocho días atrae a multitudes masivas y su dinero a la ciudad.
Seis personas resultaron heridas durante la primera carrera de toros de la polémica Feria de San Fermín en la norteña española Pamplona. Como es habitual desde más de 400 años, corrieron juntos con los toros por las estrechas calles de la Antigua Ciudad. Nadie resultó gravemente herida, solo uno paciente tuvo una lesión de cráneo, y cinco tenían contusiones, según un portavoz sanitario que habló al canal de televisión estatal RTVE. En los siguientes siete días hay otra carrera cada día. Para los toros, siempre es su último día viviente, muren más tarde en el coso taurino.
Los toros pueden verse gordos, pero pueden correr más rápido que los humanos. La principal desafío para los corredores, predominantemente jóvenes hombres, es acercarse lo más posible a los 600 kilogramos pesados toros de pelea sin ser herrados.
Los corredores intentan superar a los toros en la distancia de 875 metros hasta el coso. En algún momento, cada corredor será superado por los animales y intentará golpearlos en las coxas. La carrera se realiza sobre pavimentos suaves y a veces húmedos de calzada de sillería.
Mirando constantemente hacia atrás
La mayoría de las caídas ocurren porque los corredores miran constantemente hacia atrás en espera de los toros. Una falta de un corredor hace que otros caigan. Se vuelve particularmente peligroso cuando los toros se acercan. El último víctima fatal fue en 2009.
Entre los aficionados al evento está el jugador de fútbol nacido en Pamplona Nico Williams (21), quien eliminó a Alemania de la Eurocopa con la selección española el viernes. "Solito celebrarla cada año. Esta vez no puedo. Pero si llegamos a la final, está bien", le dijo al periódico deportivo "AS".
Activistas de derechos animales protestan
La crítica y las protestas crecen año tras año. El viernes, las organizaciones PETA y AnimaNaturalis manifestaron contra el festival de nueve días en Pamplona y etiquetaron el evento como "crueldad medieval". Los activistas de derechos animales han estado pidiendo el fin de la fiesta y en general de todos los toros y corridas sangrientas durante mucho tiempo.
Antes del evento, hubo manifestaciones en las que participantes llevaban carteles con inscripciones como "La tortura no es ni arte ni cultura" y "La crueldad animal es una vergüenza nacional". "Sabemos que hay una mayoría en la sociedad que rechaza esta crueldad no solo en Pamplona, sino a lo largo de España, y no tiene interés en mantenerla - ni con nuestros impuestos", dijo la presidenta de AnimaNaturalis Aida Gascon.
A pesar de la crítica y las protestas, la fiesta sangrienta sigue teniendo un alto impacto económico en la región de Navarra. Según cifras oficiales, se contabilizaron un total de 1,5 millón de participantes el año pasado - un récord. Los hoteles informaron de una tasa de ocupación promedio del 90% antes del evento, y las propiedades en alquiler ya no estaban disponibles a precios normales. Los visitantes provienen de España y del mundo entero. Para la ciudad, es un negocio millonario.
Los turistas de localizaciones internacionales siguen fluyendo a España cada año, atraídos por la polémica que rodea la carrera de toros en Pamplona. A pesar de los preocupaciones por el bienestar animal, el evento atrae a críticos como a partidarios, con organizaciones como PETA y AnimaNaturalis etiquetándolo como "crueldad medieval".