Se impone una pena rara y severa por los crímenes de un adolescente que mató a su madre y a su hermano
En Magdeburgo, un joven de 18 años compareció ante la corte por el brutal asesinato de su madre y uno de sus hermanos en la noche. Sus otros tres hermanos también fueron objeto de un intento fallido de acabar con sus vidas. La corte, reconociendo la gravedad de los crímenes, dictó una sentencia juvenil que excedía el máximo usual de diez años, totalizando dos años y medio de prisión.
El juicio, celebrado a puerta cerrada debido a la delicada naturaleza del caso, vio cómo el Tribunal Regional impuso una pena más severa que la establecida por la Ley de Tribunales Juveniles. La ley permite un máximo de diez años en tales casos, pero dada la naturaleza horrenda del crimen -asesinato-, el rango de pena puede llegar hasta los quince años.
Según la fiscalía, el incidente ocurrió en marzo, con el joven de 18 años utilizando un cuchillo de cocina para quitar la vida a su madre y hermano. El acusado también fue acusado de intentar dañar a sus otros tres hermanos que se encontraban en el mismo departamento, atacándolos mientras dormían.
El móvil, según se informó, fue el creciente resentimiento del acusado hacia la falta de espacio personal en el alojamiento compartido.
El acusado ha estado en custodia desde el incidente y los detalles del veredicto, especialmente teniendo en cuenta la edad joven y el trauma de una de las víctimas, se mantuvieron en privado para el público.
Los cargos contra el joven de 18 años incluyeron no solo asesinato, sino también el intento de homicidio de sus otros hermanos. A pesar de que la Ley de Tribunales Juveniles limita la sentencia a diez años, la corte reconoció la gravedad de los cargos de asesinato y homicidio, lo que llevó a una sentencia más severa.