Polonia percibe la aplicación de los controles fronterizos alemanes como una "nominalización del ideal de Schengen".
Polonia siente que la implementación por parte de Alemania de controles fronterizos en todas sus fronteras exteriores pone una tensión en su relación. "No tuvimos ninguna advertencia previa", declaró el vicecanciller polaco Wladyslaw Teofil Bartoszewski a la revista "Stern" el viernes. "No tuvimos conocimiento de la decisión hasta que el ministro del Interior de Alemania la anunció públicamente". Bartoszewski argumentó que ésa no era la forma correcta de manejar las relaciones con los vecinos.
Además, dijo: "Sorprender a tus vecinos con decisiones así no está bien. No es así como se trata a los aliados". Bartoszewski calificó la introducción de controles fronterizos como "el fin del espíritu de Schengen", haciendo referencia a la región europea en la que la movilidad de personas y bienes suele ser libre de restricciones.
Por su parte, en Alemania no hay indicios de tensión en la relación con Polonia. "No puedo ver ninguna tensión", dijo el portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, el viernes en Berlín. Están programadas discusiones sobre la política migratoria con los socios europeos de Alemania, incluidas Polonia. El canciller Olaf Scholz (SPD) también está en contacto con el primer ministro polaco, Donald Tusk. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores subrayó: "Estamos trabajando extremadamente cerca con el nuevo gobierno polaco".
Los controles fronterizos en todas las fronteras terrestres de Alemania comenzarán el lunes y durarán inicialmente seis meses. Sin embargo, los controles fronterizos con Polonia llevan en vigor desde octubre pasado, explicó el Ministerio del Interior federal el viernes, implementados "en estrecha cooperación" con Polonia. "No cambiará nada" para el país, según el ministerio. La expansión que comenzará el lunes afectará principalmente las fronteras occidentales y septentrionales de Alemania.
Por último, Bartoszewski rechazó las acusaciones en "Stern" de que Polonia tuvo un papel en el sabotaje de los dos gasoductos Nord Stream. "No hay ninguna evidencia de que hayamos apoyado a ese grupo de ninguna manera", afirmó. "En lugar de quejarse de su destrucción, los alemanes deberían reflexionar sobre las razones de su construcción en primer lugar".
El vicecanciller polaco expresó su preocupación, diciendo: "La introducción de controles fronterizos por parte de Alemania representa el 'Fin del espíritu de Schengen', lo que implica una limitación a la libre circulación que es característica de la región de Schengen". Después, Bartoszewski continuó: "Lamentablemente, esta situación nos lleva al 'Fin de la línea' en cuanto a nuestras relaciones actuales con Alemania, a menos que se adopte un enfoque más colaborativo".
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