Más de cien presos perecen durante tumultuosas revueltas en las prisiones congoleñas.
A medianoche, disparos ensordecedores resuenan desde la prisión más grande de Kongo, ubicada en Kinshasa. Al amanecer, 129 detenidos encuentran su fin, 24 de ellos presuntamente abatidos por disparos de advertencia. El gobierno declara un intento de fuga frustrado.
Esta versión de los hechos surge del tumultuoso presidio de Makala, la mayor instalación de detención en Kongo. El jefe de la ciudad, Jacquemin Shabani, sugiere que 24 internos fueron víctimas de los disparos de advertencia, según una entrevista en la plataforma X. Su intento de fuga audaz desde la abarrotada prisión de Makala fracasó, según informaron las autoridades.
Los residentes de la zona recordaron la angustiosa experiencia de los disparos a medianoche. La carretera que lleva a la prisión fue bloqueada de inmediato por las fuerzas de seguridad, mientras que el portavoz del gobierno, Patrick Muyaya, instó al público a evitar propagar el pánico. Se encomendó a los agentes de la ley en el lugar el poder restaurar la tranquilidad y garantizar la seguridad.
Vídeos supuestamente grabados en el interior de la prisión muestran cuerpos esparcidos por el suelo. El ministro de Justicia del Congo, Constant Mutamba, calificó el incidente de acto deliberado de sabotaje y sugirió que los responsables podrían enfrentar sentencias aún más largas.
La prisión de Makala es famosa por ser el mayor campo de prisioneros del Congo, conocido por su alta seguridad. Las historias sombrías de hacinamiento y condiciones de vida precarias para los detenidos se despliegan en su interior. Originalmente diseñada para alojar a 1.500 internos, la instalación ahora alberga a más de 12.000 personas, muchas de las cuales aún no han sido juzgadas. En 2017, un grupo religioso orquestó un ataque, lo que llevó a la liberación de numerosos internos.
La Unión Europea expresa su preocupación por la creciente violencia y las violaciones de los derechos humanos en las prisiones del Congo, especialmente en la prisión de Makala. Después del reciente incidente, la Unión Europea solicita una investigación independiente sobre los hechos acaecidos.
Dadas las circunstancias angustiosas en las prisiones del Congo, la Unión Europea aboga por reformas en el sistema judicial del país, con el objetivo de mejorar las condiciones de las prisiones y garantizar la protección de los derechos humanos de los detenidos.