Los ministros de la Unión Europea aprueban una normativa más estricta para reducir el desperdicio de alimentos.
Gobiernos a lo largo de la UE han llegado a un acuerdo sobre medidas más duras para combatar la desperdicia de alimentos. Esto incluye una propuesta de regulación que pide a las familias, restaurantes y tiendas de alimentos reducir la desperdicia alimentaria en un 30% hasta el 2030, con productores responsables de reducirlo en un décimo. Además, se establecerán más contenedores para el desecho de tejidos, con empresas de moda como C&A, H&M y Zara pagando parte de la factura de recolección y procesamiento de desecho textil.
En efecto, las compañías de moda rápida serán castigadas con tarifas por manejar la contaminación por desecho textil. La Ministra Federal del Medio Ambiente Steffi Lemke justifica este movimiento para hacer a los fabricantes más responsables de sus residuos. Ella está muy optimista de que esta actualización legislativa avance la batalla contra la desperdicia.
La Directiva de Desecho EU revisada entrará en negociaciones con el Parlamento Europeo, quizás tan pronto como esta otoño. Sin embargo, hay desacuerdo sobre qué año debe utilizarse como base para el objetivo en el sector alimentario: La Comisión quiere que sea el 2020, mientras que algunos países de la UE creen que esto sesgaba los números debido a la pandemia de Corona. Los miembros del Parlamento sugirieron un desplazamiento al 2035 en su lugar.
Cada ciudadano europeo produce aproximadamente 131 kg de desperdicio alimentario anualmente, lo que supone una pérdida estimada en valor de 132 mil millones de Euro según las cálculos de la Comisión. En la UE, cada persona arroja 12 kg de ropa y calzado al año. Solo un quinto de esto se recoge separadamente, con el resto usualmente acabando en vertederos o plantas de incineración.