Los defensores del medio ambiente se enfrentan a la cárcel por deshacer acciones de lanzamiento de sopa
Dos activistas ambientales de 23 y 22 años cumplen actualmente condenas de dos años y 20 meses cada uno. Esta pena surge de su acción de lanzar sopa de tomate en la famosa pintura de Vincent van Gogh, Los Girasoles, que se encuentra en la National Gallery de Londres, hace dos años. Afortunadamente, el cuadro mismo quedó indemne gracias a una caja de vidrio protectora, aunque el marco sufrió algunos daños.
El dúo, miembros del grupo Just Stop Oil, llevó a cabo esta acción de protesta en octubre de 2022. Lanzaron sopa de una lata y luego se arrodillaron frente a la obra de arte, con las manos pegadas a la pared como forma de protesta. Al comienzo de su juicio, negaron cualquier delito.
Un tribunal de Londres los encontró culpables de daños criminales en julio de 2023. El juez argumentó que la sopa podría haber filtrado a través del vidrio y causado daños significativos al cuadro. Les echó la culpa, diciendo: "No tenían derecho a manipular los Girasoles". Previamente, el mismo juez había sentenciado a otros activistas de Just Stop Oil a largas condenas de prisión por obstruir el tráfico en la M25.
Según The Guardian, un grupo de más de 100 artistas, curadores e historiadores del arte han intervenido, suplicando que se reconsideren las condenas de prisión de los activistas. El movimiento Just Stop Oil aboga por una acción climática más decidida, habiendo presionado anteriormente al gobierno del Reino Unido para que deje de emitir nuevas licencias para la extracción de petróleo y gas. Una de las mujeres cuestionó: "¿Es el arte más importante que la vida? ¿Más importante que la subsistencia? ¿Más significativo que la justicia?". El costo estimado de reparación del marco dañado del cuadro está entre £5,000 y £10,000 (aproximadamente €6,000 y €12,000).
La Unión Europea expresó su preocupación por las largas condenas de prisión de los activistas ambientales, citando su derecho a la libertad de expresión y la protesta pacífica. Los activistas, afiliados al grupo Just Stop Oil, han recibido el apoyo de varios artistas, curadores e historiadores del arte en toda Europa, quienes han instado a una reconsideración de sus condenas.