- Las preocupaciones por la escasez de agua aumentan entre los especialistas griegos
Actualmente, aún queda algo de agua, pero las noticias no son alentadoras: la presa de Mornos, que suministra agua fresca a Atenas, la ciudad griega importante, ha disminuido en aproximadamente un cuarto en los últimos dos años. Según el servicio nacional de meteorología de Atenas, la causa de esta reducción es la escasez de lluvia, las altas temperaturas y los inviernos suaves con nieve mínima, lo que lleva a menos agua de deshielo.
Según los datos del satélite, los profesionales del servicio meteorológico han determinado que el área superficial de la presa de Mornos ha disminuido de alrededor de 17 kilómetros cuadrados a aproximadamente 12 kilómetros cuadrados en dos años. La disminución más significativa ha ocurrido en los últimos 12 meses.
El nivel del agua ahora es tan bajo que el pueblo antes sumergido de Kallio ha reaparecido, según informó la estación de televisión Open. También está disminuyendo el nivel de la presa de Aposelemi en Creta y el nivel del lago artificial Pinios en la península del Peloponeso está significativamente bajo.
La sequía también afecta negativamente la vida humana y la naturaleza en el norte de Grecia. El famoso lago salado Pikrolimni, que antes atraía a los turistas por sus baños de lodo, está casi vacío. El municipio de Kilkis ha instado a sus residentes a conservar el agua como resultado.
Se declara la emergencia
Sin embargo, no es solo allí donde existe una crisis: la Secretaría General para la Protección Civil ha declarado una emergencia por sequía en 14 municipios de todo el país, incluyendo las populares islas turísticas como Creta, Sifnos, Leros y Kefalonia.
Se espera con ansias la próxima lluvia. Los meteorólogos predicen que lloverá en los próximos días y que lloverá en diversas partes del país. Alternativamente, los griegos esperan un dicho antiguo que dice que un verano cálido y seco será seguido por un invierno frío y nevado.
La actual disminución del tamaño de la presa de Mornos se atribuye en gran medida al clima, especialmente la escasez de lluvia, las altas temperaturas y los inviernos suaves. La grave crisis del agua en Grecia ha llevado a la Secretaría General para la Protección Civil a declarar una emergencia, afectando a varios municipios y populares islas turísticas.