La TSA recuerda a los viajeros que no deben someter a sus mascotas a los rayos X del aeropuerto
Aunque las mascotas puedan parecer extrañas en una lista de equipaje, los amigos peludos dentro del equipaje de mano de los viajeros son más comunes de lo que se piensa, según funcionarios de la TSA.
En un comunicado de prensa, Lisa Farbstein, portavoz de la TSA, afirma: "Hemos observado un repunte" en el número de mascotas que pasan por el control de rayos X, e insta a los viajeros a que saquen a sus mascotas del equipaje de mano y no las envíen a la cinta transportadora de rayos X.
Aunque los agentes de la TSA se encuentran con una gran variedad de animales vivos, como peces, pájaros y otros reptiles, los perros y gatos son los que se ven con más frecuencia, según Farbstein.
Se aconseja a los viajeros que lleven a sus animales de compañía en un transportín de mano y los saquen justo antes de comenzar el proceso de control, según los consejos descritos en el comunicado de prensa.
El transportín vacío debe ir en la cinta transportadora, pero los viajeros "nunca deben colocar una mascota en el túnel de rayos X", dice el comunicado.
"La única vez que su mascota debe someterse a una radiografía es si su veterinario la programa", dijo Farbstein. "Debería preocupar a los dueños de las mascotas que las exponen innecesariamente a los rayos X".
"Si es posible, lleve a la mascota a través del detector de metales de paso durante el proceso de control", aconsejaron los funcionarios de la TSA.
"Alternativamente, una mascota puede pasar a pie por el proceso de control si el propietario la lleva atada", añade el comunicado.
Las mascotas deben devolverse al transportín una vez finalizados los procedimientos de seguridad.
Otro consejo de la TSA: Conozca el temperamento de su mascota.
"Asegúrese de que puede mantenerla bajo control en un aeropuerto concurrido y potencialmente abarrotado", dice el comunicado.
Si una mascota es "asustadiza" o tiene ansiedad en público, los viajeros deben solicitar a un agente de la TSA un control privado y los viajeros serán acompañados a una sala aislada.
El paso por la cinta transportadora puede resultar angustioso para las mascotas y preocupa a los inspectores, que ven siluetas de animales a tamaño real dentro de una bolsa.
"Nuestros agentes se quedan estupefactos cuando se dan cuenta de que un viajero no ha sacado a su mascota de su funda de viaje y la ha enviado a la unidad de rayos X", explicó Farbstein a la CNN.
La normativa sobre mascotas varía según la aerolínea y el aeropuerto, por lo que los funcionarios de la TSA aconsejan a los viajeros que consulten con la compañía aérea antes de viajar con una mascota para estar debidamente preparados.
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Fuente: edition.cnn.com
