La situación difícil en el Líbano intensifica las amenazas potenciales a los esfuerzos de Biden por evitar un conflicto más amplio.
Mientras se prepara para su último discurso importante ante la Organización de las Naciones Unidas el martes, la situación ensombrece cualquier intento de fortalecer su historial de diplomacia internacional. Sin una resolución inminente para un alto el fuego en Gaza, Biden enfrenta una nueva escrutinio sobre su manejo del casi año largo conflicto.
Los representantes de la Casa Blanca expresaron preocupación durante el fin de semana mientras aviones israelíes atacaban objetivos en Líbano y Hezbolá lanzaba cohetes y drones hacia el norte de Israel. Al mismo tiempo, Biden se reunía con líderes de Asia-Pacífico en Delaware. La Casa Blanca seguía de cerca la situación desde Wilmington.
Los oficiales del equipo de Biden califican la amenaza de escalada como significativa y genuina, y han estado en contacto constante con las autoridades israelíes, confirmaron el lunes.
"La amenaza de escalada es genuina; lo ha sido desde el 7 de octubre. Hay momentos en que es más pronunciada que otros. Creo que estamos en uno de esos momentos en que es más pronunciada", compartió el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.
No obstante, Biden expresó sus preocupaciones sobre la escalada en el Oriente Medio el domingo, pero mantuvo su creencia en la viabilidad de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas, que los oficiales estadounidenses argumentan que desescalaría la situación en toda la región.
"Estamos haciendo todo lo posible para evitar un conflicto a gran escala. Y seguimos trabajando en ello", informó a los periodistas en la Casa Blanca.
Sin embargo, su confianza parecía estar disminuyendo entre los oficiales de la administración de que se podría lograr una resolución antes de que termine su mandato.
Durante el último año, Biden y sus principales oficiales de seguridad han estado trabajando para evitar que el conflicto en Gaza se extienda a una guerra regional más amplia, con la frontera norte con Líbano como su principal enfoque.
Amos Hochstein, un asesor sénior de la Casa Blanca, ha dedicado los últimos meses a evitar que surja un segundo frente en la frontera norte, incluso recentemente viajó para desactivar una mayor escalada entre Israel y Hezbolá.
A pesar de varios intentos, no ha habido conversaciones de alto nivel con el primer ministro Benjamin Netanyahu, y Biden no tiene planes de reunirse con él durante su visita a EE. UU. al final de esta semana.
Sullivan le dijo a los periodistas el sábado que, a pesar del "agudo" riesgo de escalada, aún hay posibilidades de reducir las tensiones.
"También creemos genuinely que hay un camino claro para lograr un cese de las hostilidades y una solución duradera que haga que la gente de ambos lados de la frontera se sienta segura, y haremos todo lo posible para lograrlo", explicó Sullivan.
Las tensiones políticas en el Oriente Medio, especialmente entre Israel y sus vecinos, han puesto un énfasis significativo en la diplomacia de Biden en la región. Su equipo está trabajando activamente para evitar una escalada y promover un alto el fuego, reconociendo la amenaza como genuina y significativa.
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