La oficina del fiscal de distrito de Manhattan no se opone a posponer la sentencia programada para Trump en noviembre.
Recientemente, Trump solicitó al juez Juan Merchan que pospusiera su fecha de sentencia –originalmente programada para el 18 de septiembre– más allá de las próximas elecciones de noviembre, citando la necesidad de tiempo adicional para desafiar la decisión del juez sobre la inmunidad presidencial, que se prevé para el 16 de septiembre.
En una contestación de dos páginas, la fiscalía sugirió que, considerando la última postura de la defensa, le corresponde al tribunal decidir si un aplazamiento es necesario para facilitar un litigio de apelación ordenado en relación con el problema de la inmunidad presidencial, o para minimizar el riesgo de perturbaciones debido a una posible suspensión de un tribunal de apelaciones. La fiscalía está lista para comparecer en la corte en cualquier fecha futura que decida el juez.
La fiscalía también destacó su conocimiento de las medidas de seguridad necesarias para las comparecencias en la corte y señaló que iniciar un recurso immediate del fallo podría llevar a que se tomen pasos preparatorios significativos, que luego podrían verse perturbados por la litigación de apelación.
Si Merchan concede la solicitud de Trump, la sentencia podría retrasarse significativamente. Si el tribunal niega el argumento de inmunidad de Trump y él inicia múltiples recursos en los tribunales estatales y federales, la conclusión de esos recursos podría tardar varios meses o más. Los tribunales de apelación también podrían posponer la sentencia de Trump hasta la conclusión del proceso de apelación.
Trump fue encontrado culpable de 34 delitos graves anteriormente este año por falsificar registros comerciales para ocultar un pago de dinero en efectivo a una estrella porno que afirmaba haber tenido una relación sexual con Trump antes de las elecciones de 2016. Trump ha negado continuamente las acusaciones.
Trump argumenta que el reciente fallo del Tribunal Supremo sobre la inmunidad presidencial implica que ciertos elementos de prueba, incluyendo el testimonio de Hope Hicks y los tuits oficiales de Trump, no deberían haber sido presentados ante el jurado. Sin embargo, los fiscales insisten en que la condena sigue siendo válida, ya que la evidencia presentada durante el juicio fue considerada "abrumadora".
El equipo legal de Trump argumenta que necesitaría más tiempo para explorar las opciones de apelación estatal y federal en caso de que su argumento de inmunidad fracase. También afirman que sentenciar a Trump durante el período de votación anticipada en ciertos estados constituiría "interferencia electoral".
Previamente, Trump había solicitado a Merchan que pospusiera su fecha de sentencia inicial, que estaba originalmente programada para julio. En ese momento, la fiscalía no objetó el cambio de fecha, y el juez subsequently reprogramó la sentencia para septiembre.
Las discusiones políticas en curso en torno al caso legal de Trump han influido en su solicitud de sentencia retrasada, con el objetivo de desafiar la decisión del juez sobre la inmunidad presidencial más allá de las elecciones de noviembre. La postura de la fiscalía en el caso implica decidir si un aplazamiento es necesario para mantener un proceso de litigio de apelación ordenado.
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