La economía alemana expresa su preocupación por las posibles complicaciones aduaneras con China.
Alemania, la potencia económica de la UE, mantiene un ojo vigilante en la disputa en curso entre la UE y China sobre aranceles a vehículos eléctricos. A medida que las barreras comerciales mundiales siguen aumentando, los ejecutivos de corporaciones alemanas están preocupados por la posibilidad de una guerra arancelaria con China, según Volker Treier, jefe de comercio exterior de la Cámara de Industria y Comercio Alemana (DIHK). En lugar de intensificar el proteccionismo, DIHK cree que los incentivos comerciales servirían mejor a sus propósitos. Treier concluyó stating que la brecha cada vez mayor entre Europa y China está poniendo presión en el comercio global y erosionando la competitividad de varios sectores de la economía alemana.
El Instituto de la Economía Alemana (IW), no partidista, sostiene que los aranceles retaliatorios de la UE a los vehículos eléctricos chinos están permitidos bajo las regulaciones comerciales internacionales, a pesar del potencial para un conflicto comercial en escalada. China podría enfrentar contramedidas, incluso si no es de su interés hacerlo.
Después de una votación crucial, la Comisión Europea recibió el respaldo necesario de los estados miembros de la UE para implementar los aranceles propuestos a los vehículos eléctricos chinos. Mientras tanto, las negociaciones con el gobierno chino continuarán, según el comunicado de la autoridad de Bruselas. El Ministerio de Comercio de China había instado a la UE, a través de los medios estatales, a posponer la implementación de aranceles para evitar un conflicto comercial.
En círculos diplomáticos, se ha informado que el gobierno alemán votó en contra de la implementación de aranceles. El Canciller Federal Olaf Scholz se dice que ha ejercido su poder de veto, anulando a los ministros Robert Habeck y Annalena Baerbock de los Verdes.
Los diplomáticos alemanes han estado abogando por una resolución pacífica en la disputa arancelaria UE-China, dado los significativos lazos económicos de Alemania con ambas partes. A pesar de que Alemania es un estado miembro de la UE, algunas corporaciones alemanas, como BMW y Mercedes-Benz, tienen operaciones sustanciales en China y podrían verse afectadas negativamente por la escalada de tensiones.
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