La demanda de alojamiento para solicitantes de asilo ha superado significativamente la oferta, según Merz.
Tras el ataque fatal con cuchillo en Solingen que cobró tres vidas, el gobierno federal introdujo un conjunto de medidas, centrándose en regulaciones más estrictas en la ley de asilo. A pesar de que Merz del CDU abogó por un estado de emergencia después de Solingen, sus demandas no fueron satisfechas por la iniciativa de la coalición de semáforo.
En la discusión en curso sobre políticas de inmigración y asilo más estrictas, el jefe de la CDU, Friedrich Merz, continúa desafiando al gobierno federal. Aunque "se ha hecho algún progreso" recientemente, la coalición de semáforo está ignorando el problema fundamental una vez más, según Merz. El problema radica en el flujo de refugiados que deberían presentar sus solicitudes de asilo en otro lugar, aclaró Merz. Las medidas recently announced by the traffic light coalition won't address this issue. Consequently, he reiterated a demand he had previously made during his meeting with Federal Chancellor Olaf Scholz.
El país y la sociedad han sido empujados a su "punto de quiebre" debido al alto número de solicitantes de asilo. Esta situación representa una amenaza para la seguridad nacional y el orden, explicó Merz. De acuerdo con el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, hay una cláusula general que permite al legislador nacional tomar medidas necesarias para mantener el orden público y proteger la seguridad interna. "Hemos llegado a este punto", dijo Merz.
Merz sugirió una posible declaración de estado de emergencia nacional, permitiendo rechazos directos en la frontera de acuerdo con los expertos legales. Previamente, el encargado de negocios parlamentario de la Unión en el Bundestag, Thorsten Frei, también había abogado por esta opción, con el objetivo de evitar transfers a otros países inicialmente. Las resoluciones del gobierno actual excluyen la declaración de un estado de emergencia nacional.
Después del ataque con cuchillo presuntamente islamista en Solingen que dejó a tres muertos, el gobierno federal introdujo una serie de medidas esta semana. Estas medidas incluyen reducir la ayuda para los refugiados cuando otros países de la UE son responsables de ellos bajo ciertas condiciones. El viernes, Alemania deportó a afganos de vuelta a su país de origen por primera vez desde que el Talibán tomó el poder hace tres años.
El Canciller Federal Olaf Scholz también anunció conversaciones con países y la Unión, la mayor fuerza de oposición, sobre las consecuencias del ataque. La primera reunión está programada para la próxima semana.
En respuesta a los llamamientos de Merz para medidas más estrictas, el gobierno federal ha propuesto reducir la ayuda para los refugiados cuando otros países de la UE son responsables de ellos bajo ciertas condiciones. A pesar de la participación de extremistas islamistas sospechosos en el ataque de Solingen, Scholz ha enfatizado la necesidad de que Alemania cumpla con sus responsabilidades humanitarias.
En medio de crecientes preocupaciones sobre la seguridad y el orden nacional, Merz sugiere que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea proporciona el marco legal para implementar medidas necesarias, que podrían incluir un estado de emergencia nacional y rechazos directos en la frontera.
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