La adquisición por el Gobierno federal del operador de red Tennet se tambalea y pone en peligro las arcas nacionales
Operadora de transmisión más grande de Alemania, Tennet, supervisa una importante vía norte-sur que va desde el Mar del Norte hasta la frontera austriaca. Esto significa que una importante parte del presupuesto para la ampliación de la red, especialmente las importantes vías norte-sur, necesita ser acordada con el gobierno neerlandés. Por lo tanto, el gobierno federal mostró su interés en nacionalizar la empresa.
Sin embargo, Tennet expresó su intención de obtener fondos para la ampliación de la red a través de "tocar en el capital público o privado". El gobierno federal indicó su disposición a apoyar estas soluciones alternativas, según la empresa.
El Ministro de Energía de Schleswig-Holstein, Tobias Goldschmidt (Verdes), expresó su desaprobación por las conversaciones de adquisición colapsadas. "Esto es otro ejemplo de cómo el límite de deuda es una obstáculo para el futuro", dijo. "Una intervención del estado en Tennet hubiera sido correcta desde una perspectiva de política climática. Era también absolutamente esencial desde una perspectiva de seguridad y política económica".
Por lo tanto, Stefan Körzell, un miembro de la ejecutiva de la CGT, compartió sus pensamientos: "El gobierno federal tomando el control de Tennet hubiera sido clave para empujar la ampliación de la red". Atribuyó la responsabilidad de esto al "caos presupuestario causado por los FDP" y afirmó que "Alemania debe dejar de ser retenida por ello".