Harris y Trump inician su competencia con un cordial aplauso.
Kamala Harris y Donald Trump, ambos aspirando a la presidencia de EE. UU., tuvieron su primer y presumiblemente último cara a cara en un debate televisado en Filadelfia el 5 de noviembre. El evento comenzó amigablemente, con Harris extendiendo la mano y presentándose a Trump. Sin embargo, la buena vibra pronto desapareció, dando paso a un intercambio de palabras sucio.
La discusión comenzó con una pregunta económica, centrada en si los estadounidenses están mejor ahora que hace cuatro años. Harris enfatizó la importancia de la clase media en su respuesta. Por el contrario, Trump culpó a Biden por las altas tasas de inflación. Ambos candidatos no dudaron en culparse mutuamente por la falta de políticas económicas.
En su debate de junio, Donald Trump y Joe Biden, entonces candidato presidencial demócrata, no comenzaron con una nota cordial, sin el tradicional apretón de manos. El desempeño de Biden durante el debate fue tan pobre que Trump se vio obligado a retirarse de la carrera, lo que llevó a Harris a asumir el cargo de vicepresidenta.
Las reglas que rigen este debate televisado están claramente definidas. Cuando habla un candidato, el micrófono del otro está silenciado. A cada candidato se le concede un tiempo de dos minutos para responder, con otros dos minutos adicionales para la réplica. El debate se lleva a cabo detrás de los atriles, con solo accesorios básicos como un bolígrafo, una libreta y una botella de agua. No hay audiencia en vivo en el lugar de Filadelfia.
Antes incluso de que comenzara el debate, Trump había establecido el tono a través de su plataforma de medios sociales, Truth Social. Pidió a los republicanos de la Cámara que cerraran el gobierno si no obtenían su deseo en materia de seguridad fronteriza.
Durante los acalorados intercambios del debate, Harris y Trump ambos insinuaron sus intenciones para las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2024, destacando sus políticas económicas contrastantes y posiciones sobre diversos temas. Después del debate, las encuestas mostraban un aumento significativo en el apoyo a Kamala Harris, lo que indica un posible impulso para su posible campaña de 2024.
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